Los diagnósticos de infecciones de transmisión sexual (ITS) en mujeres crecieron más de un 1000% entre 2012 y 2019. Solo en este postrer año, se notificaron 16.304 casos a las autoridades sanitarias, la parte en jóvenes de entre 15 y 24 abriles. De hecho, ocho de cada diez diagnósticos correspondieron a mujeres de menos de 35 abriles.
Estos son algunos de los datos incluidos en el Observatorio Bloom: ITS en mujeres en España, el estudio que ha presentado hoy la plataforma de vigor femenina Bloom con el apoyo de Dexeus Mujer y la Fundació Puigvert y en el que se constata el cachas aumento de las infecciones de transmisión sexual en los últimos abriles y, en peculiar, entre los y las jóvenes.
"Las ITS están aumentando y llevamos tiempo avisándolo, y se contabilizan más casos de ITS en mujeres porque hay un infradiagnóstico en hombres, ya que ellas están más acostumbradas a comparecer al tocólogo y por ello se someten a más chequeos de venéreas, mientras que en el caso de los varones, como muchas de estas infecciones no dan síntomas, no van al médico", explicó Álvaro Vives, cabecilla de la pelotón de ITS de la Fundació Puigvert, durante la presentación del mensaje.
En este sentido, la jefa de tocología de Dexeus Mujer, Alicia Úbeda, apuntó que ellos diagnostican muchas de las infecciones asintomáticas porque aplican un plan de cribado en las mujeres jóvenes que acuden a revisión, tengan o no síntomas, pero todavía ha crecido el número de pacientes que atienden en la pelotón de patología tractogenital.
Las razones
Pero el incremento de ITS entre mujeres no obedece solo a un longevo y mejor diagnosis de los casos y del funcionamiento de los servicios y registros de epidemiología. Como apuntó Laura Cámara, enfermera experto en tocología y obstetricia y sexóloga, todavía tiene que ver con los cambios en las formas en que nos relacionamos, todavía desde el punto de tino sexual.
"Hay un aumento del número de parejas sexuales, de recambios de pareja, y eso significa que nos ponemos más en peligro y aumentan las posibilidades de relaciones sin protección; por otra parte, se han normalizado otras prácticas sexuales más allá del coito, como el sexo hablado, para el que nos protegemos menos", indicó Cámara.
Las mujeres jóvenes piensan en acogerse de embarazos no deseados pero no de las infecciones de transmisión sexual 
El doctor Vives añadió otros factores que todavía inciden en el aumento de las infecciones de transmisión sexual, como el hecho de que se delirio más ("y se importan más enfermedades"), el aumento de las prácticas de peligro con parejas que se contactan por aplicaciones, o el inicio de las relaciones sexuales a edades más tempranas. "Los adolescentes son más vulnerables a estas infecciones porque sus mucosas no están tan preparadas", justificó.
A ello se suma, coincidieron Vives y Úbeda, que los jóvenes no tienen percepción del peligro que suponen estas enfermedades, ni siquiera el VIH, y se relajan respecto a las prácticas sexuales sin protección. "Sorprende lo que vemos en consulta, porque no es que las mujeres no estén informadas, sino que tienen la sensación de que ellas están por encima de eso, de que eso no va con ellas y que a ellas no les va a acontecer, porque a sus amigas no les ha pasado...", indicó la jefa de Tocología de Dexeus Mujer.
De hecho, según una pesquisa realizada para el Observatorio Bloom entre más de dos mil mujeres cisexuales, trans, queer y personas no binarias, un 23% utiliza el preservativo o algún tipo de barrera para predisponer las ITS, pero el resto sólo prioriza el no quedarse grávida. "Tenemos percepción de peligro delante el estorbo porque sabemos que uno no deseado es un problema duradero, y quizá no hemos transmitido eso mismo con las ITS, que pueden ser un problema para toda la vida", enfatizó Cámara.
Porque, dejaron claro los especialistas, las consecuencias de padecer una infección de transmisión sexual pueden ser una mera alboroto del periodo menstrual o durar a comprometer la futura fertilidad (todavía en los hombres), pasando por posibles lesiones en el seno, trompas de falopio y ovarios, y procesos inflamatorios que requieran cirugía o incluso desarrollar un cáncer.
Muchas ITS no dan síntomas y se diagnostican gracias a chequeos durante la revisión ginecológica anual a que se somente muchas mujeres 
"En hombres causan cáncer de pene, rectal, bucofaringeo...", alertó Vives, que subrayó la importancia de que los varones todavía se vacunen del virus del papiloma humano.
Para evitar estos riesgos, el consejo de los especialistas en vigor sexual es usar el preservativo lo mayor posible y barreras bucales para practicar sexo hablado, así como realizarse chequeos preventivos anual, semestral o trimestralmente en función del número de parejas que se tenga al año.
Los datos de los sistemas de vigilancia epidemiológica recogidos para el mensaje Bloom muestran que no todas las infecciones de transmisión sexual crecen de la misma modo. La que más ha aumentado es la blenorrea: un 729% desde 2015, mientras que la sífilis, el linfogranuloma erótico y la hepatitis C en mujeres han crecido un 129%, 178% y 76%, respectivamente. Las ITS más frecuentes y las que más crecen
No obstante, la ITS de proclamación obligatoria más frecuente y extendida entre las mujeres es la clamidia, a la que corresponden el 65% de los casos diagnosticados en España. Le siguen la ya mencionada blenorrea, con un 15,6% de los casos, el VIH (8%), la sífilis (5,6%), la hepatitis C (3,6%), la hepatitis B (2,3%) y el linfogranuloma erótico (0.1%). El mensaje muestra todavía que, a más tiempo de las mujeres, menos casos de clamidia y más de sífilis y blenorrea.
Por otra parte, aunque se sitúe fuera de la letanía de las enfermedades de proclamación obligatoria, el virus del papiloma humano (VPH) es la ITS más global en toda la población. "Cerca de un 80% de las mujeres se infectará por un tipo de VPH a lo dilatado de su vida", según los expertos, siendo la prevalencia longevo entre las más jóvenes.
Los datos sobre las infecciones de transmisión sexual todavía muestran diferencias geográficas: donde hay más concentración de población hay más peligro de contagio, de modo que el longevo número de casos se registra en grandes ciudades y zonas turísticas.
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