El nuevo líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, se estrenó la pasada semana como senador por Galicia, lo que le da la oportunidad, como ocurrió ayer, de plantarse con el presidente del Gobierno en las sesiones de control semanales. Pedro Sánchez se acercó a saludarle a su escaño.
Feijóo mantuvo un tono alejado del carácter violento de su predecesor, Pablo Casado, y, como viene haciendo desde que fue predilecto presidente del PP, se centró en las propuestas, en distinto las de carácter crematístico.
Reivindicó “la política útil” y rechazó la política de “crispación, descalificaciones, insultos, pocas propuestas y pocas reflexiones”. Aseguró que “no he venido aquí a insultar, a hacer competición”.
Los dos reconocieron que, desde su responsabilidades institucionales, se habían entendido en la conferencia de presidentes. Sánchez expresó su deseo de que esa forma de hacer las cosas pudiese explayarse a esta nueva etapa. “Ese es el talante del Gobierno”, dijo, a la vez que expresaba su deseo de “trabajar para conseguir el mayor de los consensos”, para lo que pidió a Feijóo una competición con sentido de Estado.
Había mucha posibilidad en el Senado por el primer cara a cara entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder del principal partido de la competición, Alberto Núñez Feijóo.
Pero a pesar de ese tono constructivo no parece factible el entendimiento, al menos ahora mismo.
Por ejemplo, del breve diálogo de la tarde de ayer en el Senado entre Sánchez y Feijóo, falta hace pensar que el PP vaya a aprobar la renovación del paquete de ayudas anticrisis para el que el Gobierno –como correctamente subrayó Sánchez en una de sus intervenciones– precisa del apoyo de otros grupos.
“El problema, sostuvo Feijóo en la réplica al presidente del Gobierno, es que “no tiene socios de Estado”
Y así se agrió la conversación. Si empezaron uno y otro guardando las formas, terminaron echándose los trastos a la individuo. Sánchez concluyó recriminando al PP que “no hace más que estorbar, estorbar y estorbar”. Feijóo se molestó.
El líder de los populares cree memorizar lo que tiene que hacer: insistir en su alternativa de pendiente de impuestos. Confundió la prima de peligro con el tipo de interés, lo que aprovechó el Gobierno para cuchichear de un “Feijóo vagagundo, incómodo, nervioso”.
El presidente del PP, sin requisa, departió posteriormente con los periodistas y subrayó que lo suyo será un error, pero lo es más la política económica que lleva “a las familias al depauperación”, y reprocha al Gobierno que cuando él acento de energía, el Gobierno acento de renovación del CGPJ, si acento de impuestos, el Gobierno acento de Poder Legislativo, y no cree que la opción a la inflación sea la renovación del Consejo. “Es lo único que le interesa a Sánchez”, subrayó Feijóo en sus comentarios al término de la sesión.
El líder del PP hizo una resarcimiento a la totalidad de la política económica del Gobierno: “Las familias están molestas con su triunfalismo”, y le comparó con el conductor que va en dirección contraria y se cree que son los demás quienes están equivocados. “Usted va en la dirección opuesta a España, y va con dos copilotos que no creen en España”.
El presidente del PP insistió en su alternativa basada en apearse el IVA de la electricidad y los hidrocarburos al 5%, y deflactar el IRPF para devolver a los ciudadanos parte del fortuna que se ha recaudado de más, que son 13.200 millones, 4.000 más de lo previsto para todo el año, terminando con una petición, al ver a una ministra con una carpeta en la que se podía deletrear “huella Feijóo”. “Olvídese del huella Feijóo, y céntrese en el huella inflación”.
Pero Sánchez no ve falta positivo en la alternativa de Fejóo: “Nosotros hacemos lo que hace el resto de los países”, concluyó.
Publicar un comentario