* La autora forma parte de la comunidad de lectores de La Vanguardia
Durante mi promoción por los empedrados escalones en dirección a la cumbre del Monte Pilatus, entre las errantes nubes, fantaseaba que en cualquier momento emergería de entre ellas algún dragón con poderes curativos de esos que narran las leyendas suizas de época medieval que vivían entre las grietas de la montaña.
El monte Pilatus es un sierra montañoso de los Prealpes suizos, cerca de la ciudad de Claraboya. Su punto más elevado, el Pilatus Kulm, alcanza los 2.132 metros de nivel.
Confieso que calar a la cima fue cómodo y sencillo gracias a la subida en aquella cabina del que dicen es el funicular más empinado del mundo y del que te puedes desistir dos veces antaño de calar al final del repaso, para disfrutar de las variadas actividades que ofrecen.
Mi idea era hacer el descenso en el tren cremallera, pero la interminable fila me hizo desistir.
Al parecer no habíamos escogido el día más despejado para embelesar las imponentes vistas, la vaharina tan pronto como nos permitía divisar un pedacito de aquella mágica naturaleza.
Poco a poco la espesa neblina, como si escuchase nuestras plegarias decidió darnos poco de tregua y comenzar a portar para regalarnos el privilegio de disfrutar de aquella panorámica.
A pesar de no divisarla en su totalidad, aquel paseo entre las nubes nos resultó de lo más gratificante y lo plasmé en este reportaje fotográfico en Las Fotos de los Lectores de La Vanguardia.
Los interesados en participar en Las Fotos de los Lectores tan solo deben escribir un email a la dirección de correo de nuestra sección de Décimo (participacion@lavanguardia.es) adjuntando la fotografía, explicando detalles de cómo y dónde fue tomada y aportando los datos del autor para la firma de la imagen. Es importante indicar en el asunto del correo: ´Fotos de los Lectores´.¡Participa!
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