Potente propuesta musical la que ofreció ayer el festival Sónar en su prisma nocturna. Actuaban unos cuantos de los indiscutibles cabezas de cartel, léase, C. Tangana, Nathy Peluso, Moderat, The Blaze o Bonobo. Pero adentro de esta selección de platos principales no se encontraba uno de los grandes estrenos de esta impresión porque se hacía en el Sónar de Día: el nuevo esquema de Párvulo de Elche, que contesta por Concert de músika festera y en donde quiere maridar la propuesta de una bandada fiestera con la rítmica electrónica.
Pero ayer de entrar en materia manda el foco informativo, que ayer estaba conveniente centralizado en la diligencia de C. Tangana. Interés doble era el que gravitaba sobre su cada vez más amplia muchedumbre de seguidores: ver cómo adaptaba su exuberante formato del Sin cantar ni afinar Tour –que es el que se vio el pasado abril en el Palau Sant Jordi– y además comprobar con que repertorio se manejaba así como con qué invitados.
La cita era a una relativamente temprana para lo que era hasta ahora habitual en el Sónar de Tinieblas (21.30 h) pero una hora ayer las colas en el exógeno del circuito ferial de l’Hospitalet ya eran imponentes, prueba de una seducción de la que no se libró la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que disfrutó vivamente de todo el concierto.
Apareció el protagonista con su traje de color pistacho y camiseta blanca, y con quevedos oscuras. Y enmarcado por una escenografía que sigue siendo la misma, con las mesas y sillas distribuidas cual bar de copas, barman y camarero incluidos. Sus guitarristas sentados en las mesas así como sus colaboradores fijos, es opinar, La Húngara y Párvulo de Elche, y algún reiterado invitado como Antonio Carmona cuando se reunieron a cantar Me maten o No estamos lokos.
La colaboración infrecuente y presencial de Nathy Peluso cuando apareció, elegante con vestido derrochador cerúleo, a cantar adjunto a Pucho el tema Descreído . La cantante argentina tenía previsto ofrecer un concierto dos horas más tarde en el mismo Sónar de Tinieblas, pero fue un disputa sincero y explosivo. Y clásicos como Antiguamente de morirme o Tú me dejaste de querer . Y detrás, a uno y otro lados, secciones de cuerdas y vientos dando dimensión y riqueza a una propuesta hoy por hoy única en los escenarios españoles.
Uno de los conciertos del día que en un principio prometía era el nuevo esquema de Párvulo de Elche, Concert de música festera , donde combinar la electrónica con olor a la ruta de bakalao y la música de la fiesta popular valenciana. Contó con la eficaz Ylia, encargada de las bases y arquitecturas electrónicas, y la profusa Partida La Valenciana, 43 músicos que ocuparon el círculo tras atravesar la sala. Se notó que era un estreno y faltaba el minúsculo rodaje: la banda y sus tonos festivos iban por un costado y las incursiones electrónicas (encima de comenzar a hacerse oír a los 25 minutos de concierto) por el otro. En medio, la voz aflamencada y el spoken word de Párvulo, que siempre funcionan. Pero aún equivocación un buen empalme.
Publicar un comentario