El cohete SLS de la NASA, construido para retornar a remitir astronautas a la Espejo, se encuentra en su torre de tirada en el Centro Espacial Kennedy en Florida para realizar este fin de semana un análisis universal ayer de su primera cometido, prevista para finales de agosto.
La prueba, que se inicia hoy y se alargará hasta el lunes, consistirá en una cuenta antes de 48 horas que se interrumpirá diez segundos ayer del despegue. Se realizarán todas las operaciones previas al tirada, se cargarán los casi tres millones de litros de combustible deducido del cohete y se simularán contratiempos que obliguen a retrasar la cometido.
La primera cometido del software Artemisa irá sin astronautas para comprobar que todo funciona proporcionadamente
Los datos registrados durante el test del SLS (iniciales de Space Launch System, o Sistema de Tirada Espacial) se analizarán en las próximas semanas. Si el cohete supera el examen, tendrá su bautizo espacial a partir del 23 de agosto en la cometido Artemisa I, un alucinación no tripulado a la ámbito de la Espejo de entre cuatro y seis semanas de duración. El primer tirada con astronautas, igualmente a la ámbito del secuaz, está previsto para mediados de 2024 en la cometido Artemisa II. El regreso de astronautas a la superficie peca, y la aparición de la primera mujer, se retraso en 2025 con Artemisa III.
Artemisa es, en la mitología griega, la hermana gemela de Apolo, que dio nombre al primer software de giro de astronautas de la NASA a la Espejo entre 1961 y 1972.
“Estamos expectantes frente a este análisis para comprobar el buen estado del tirador”, declara Jesús Ortiz, responsable de productos para cohetes de Airbus en España, que ha aportado uno de los componentes electrónicos del SLS en lo que es la única contribución española al plan.
Con capacidad para divulgar cargas de hasta 27 toneladas a la Espejo y una velocidad punta de más de 36.000 kilómetros por hora, el SLS será el primer cohete capaz de remitir astronautas al secuaz desde la retirada del Saturno V tras concluir el software Apolo. Los 98,3 metros de cumbre del primer SLS quedan por debajo de los 110,6 del Saturno V. Pero las versiones del SLS en las que viajarán astronautas los superarán, ya que alcanzarán los 111,5 metros.
Esta cumbre será rebasada por el cohete Starship de SpaceX, que llegará a los 120 metros y que podría tener su primer tirada en julio , según ha anunciado esta semana Elon Musk en un tuit .
Todavía el empuje del SLS (con un pico de 39.144 kilonewtons) tiene una fuerza superior al del Saturno V (35.100 kN).
La NASA inició el incremento del SLS en 2011 a raíz de la retirada del shuttle, al quedarse sin un cohete propio para remitir astronautas al espacio. El calendario de trabajo preveía un primer tirada en diciembre de 2016, vencimiento que se ha retrasado en repetidas ocasiones por problemas técnicos y presupuestarios. El coste del plan hasta 2021 ha ascendido a 23.000 millones de dólares (ajustados por la inflación), 5.000 millones más que los inicialmente previstos hasta 2017 para alcanzar al primer tirada.
El SLS reutiliza algunos componentes y conceptos del shuttle. Entre ellos, los propulsores laterales (o boosters ), que se recuperaban luego de cada tirada del transbordador y de los que se han reutilizado algunas piezas. Todavía el gran tanque de combustible central de color naranja, un termo desmesurado que mantiene el oxígeno deducido a 183 grados bajo cero y el hidrógeno a 253 bajo cero. Y los motores que hay en la almohadilla del cohete, que se reutilizarán del shuttle en los cuatro primeros lanzamientos del software Artemisa: en el primer revoloteo se utilizará uno de los motores que propulsó a Pedro Duque en su cometido a lado del Discovery en 1998.
“Este es el primer paso para llevarnos de regreso a la Espejo”, declaró Jim Free, director adjunto de Progreso de Sistemas de Exploración de la NASA, en una rueda de prensa celebrada el miércoles para explicar el análisis universal de este fin de semana. El próximo tirada de Artemisa I “es un revoloteo de prueba. Queremos probar el escudo térmico [que protegerá a los astronautas al reentrar en la atmosfera], queremos asegurarnos de que recuperamos el transporte y queremos asegurarnos de que los sistemas funcionan en ámbito para que, cuando lleguemos a Artemisa II, tengamos confianza en remitir astronautas”.
Los astronautas que despeguen con el SLS viajarán en la cápsula Orión situada en lo detención del cohete. Va equipada con un módulo de servicio aportado por la Agencia Espacial Europea. España contribuye con la Mecanismo de Control Térmico (UTC), un sofisticado aparato con 10.000 componentes electrónicos que controlarán la temperatura tanto del habitáculo de los astronautas como del resto del módulo de servicio. Ha sido construida en las instalaciones de Airbus en Tres Cantos (Comunidad de Madrid). La UTC, de unos 10 kilos y 16 litros, medirá temperaturas en 235 puntos del módulo y controlará más de cien calentadores, informa Jesús Ortiz, responsable de productos para cohetes de Airbus y director técnico del plan.
Publicar un comentario