Obi-Wan Kenobi, algo pasa con Reva

La primera cuadro deObi-Wan Kenobi transportaba a La venganza de los Sith. Se había poliedro la Orden 66, la que implicaba el homicidio y la caza de cualquier jedi de la galaxia, y se podía ver a miembros del ejército de clones asesinando a maestros y padawans en una institución de entrenamiento. Era una reintroducción a un pasado que el manifiesto conocía para unir el Episodio III con esta continuación televisiva, sí, pero allí igualmente había la historia de origen de un personaje secreto de la serie. Me refiero a Reva, que se formaba en el flanco radiante de la Fuerza cuando Anakin (Hayden Christensen) acabó con quienes veía como su clan.

Incluso quienes no hubieran unido los puntos podían imaginar que Reva tendría más explicación que la de "soy muy mala y siento mucho odio" porque aquí estaba uno de los defectos de Obi-Wan Kenobi: el retrato extremadamente plano de la indicación Tercera Hermana interpretada por Moses Ingram. No era estéticamente llamativa como un Darth Maul o un Darth Vader. La actriz, quizá por un error de acercamiento al personaje o víctima de una cámara colocada sin interés, convertía su determinación implacable en una interpretación poco expresiva.

Incluso quienes no hubieran unido los puntos podían imaginar que Reva tendría más explicación que la de "soy muy mala y siento mucho odio"

Por otra parte, la mitología de Star Wars nos destripaba que, fueran cuales fueran sus intenciones, las acciones de Reva no tendrían un impacto directo en Obi-Wan o Darth Vader. Y, mientras la maldad intrínseca y sin explicaciones puede tener su atractivo, este no se podía exprimir por la mentalidad de Disney para todos los públicos. Se insinuaba que Reva tenía un punto sádico pero tanto el guion de Joby Harold como la cámara de Deborah Chow tenían miedo de mostrar demasiado. Con la dirección tan rudimentaria que caracteriza Obi-Wan Kenobi, la idea de insinuar con elegancia era una ilusión.

Así que, cuando se intenta aducir las acciones de Reva y más o menos liberar una villana fallida (he aquí otra vez mi palabra favorita), la reacción es comprobar que ni es suficiente, ni llega a tiempo (ese clásico "too little, too late"). Siquiera es que tenga mucho sentido. ¿De verdad se puede aducir que ha estado matando a jedis a diestro y siniestro, ayudando a Darth Vader, para acercarse a él y tener la oportunidad de vengarse?

¿De verdad se puede aducir que ha estado matando a jedis a diestro y siniestro, ayudando a Darth Vader, para acercarse a él y tener la oportunidad de vengarse?

Un momento involuntariamente cómico lo protagoniza Leia, que quiere arreglar unos cables metidos en un sitio inaccesible para cualquier adulto.

Un momento involuntariamente cómico lo protagoniza Leia, que quiere arreglar unos cables metidos en un sitio inaccesible para cualquier adulto.

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Pensar en su paso por Obi-Wan Kenobi tras la revelación es como soplar a un castillo de juego. Incluso si se adquisición que esté resentida con Obi-Wan por no venir a su rescate y por ser responsable de la deriva de Anakin al flanco equívoco de la Fuerza ("era tu padawan"), la inteligencia de Reva brilla por su abandono en sus planes. Pero, bueno, por lo menos es coherente con el desbarajuste creativo de la serie donde ya llevamos dos heridas por sable láser aparentemente mortales (la del Gran Inquisidor y la de Reva) y sin consecuencias reales. ¿Que tal vez resulta que las espadas láser son, en sinceridad, tan inofensivos como los juguetes que encontramos en las tiendas de Disney?

La explicación sobre Reva, adicionalmente de poco efectiva, pone sobre la mesa la política del leve esfuerzo de Obi-Wan Kenobi en la creación de personajes. Hay otros ejemplos en el mismo episodio. Por allí aparece Haja Estree, de quien se asume que es carismático porque tuvo una cuadro de más de un minuto en el segundo episodio y encima está interpretado por Kumail Nanjiani. Y luego está Tala, la agente interpretada por Indira Varma, que cae en combate y debería importarnos.

Que los episodios IV, V y VI tuvieran la inspiración de crear personajes icónicos con muy poco no significa que todas las obras derivadas tengan esta misma tiento

Pero he aquí el problema de Obi-Wan Kenobi: que los episodios IV, V y VI pensados por George Lucas tuvieran la inspiración de crear personajes icónicos con muy poco no significa que todas las obras derivadas tengan esta misma tiento. Tala tuvo una presentación cutre (porque el tercer episodio era un cuadro) y sus momentos de alarde fueron durante un rescate directamente monótono por la desatiendo de ideas, así que tiene sentido que su homicidio no tenga ni un impacto emocional ni simbólico, aunque la cuadro indique que así debería ser. Es épica de postín.

No todo es desilusión en el botellín episodio de Obi-Wan Kenobi. Los flashbacks de Obi-Wan y Anakin, que tienen un componente antinatural porque Hayden Christensen se ve demasiado veterano (como si el muchacho Anakin estuviera aprehendido a la heroína), por lo menos no parecen un acto de fan-service sino que cumplen una función, la de recordarnos la aire arrogante de Darth Vader. Y, cuando este plebeyo adquisición el señuelo del jedi, la cuadro tiene cierta espectacularidad mientras destroza la nave.

El rejuvenecimiento de Hayden Christensen no acaba de funcionar.

El rejuvenecimiento de Hayden Christensen no acaba de funcionar.

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¿Pero son suficientes estos destellos de una serie mejor para redefinir Obi-Wan Kenobi? A la retraso de ver el postrero episodio, no. El fragancia de encontrarnos delante una obra-trámite ya no se lo quita cero ni nadie.

No todo es malo: los flashbacks de Anakin y Obi-Wan no son simple 'fan-service' sino que sirven para entender la aire del Darth Vader que vemos

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