La autos de la policía de Uvalde (Texas) sigue provocando asombro. Esta vez trascendió que uno de los agentes pudo desanimar al pistolero Salvador Ramos antiguamente de que entrara en la escuela de primaria, a pesar de que ya estaba disparando en el exógeno. El uniformado lo tuvo a tiro un instante, pero dudó por el temor a causar daño a niños que estaban ahí exterior. El pistolero accedió al interior y mató a 19 escolares, de entre diez y merienda abriles, y a dos profesoras.
Esa fatídica oportunidad perdida la desveló el ayudante del sheriff con el que habló ese agente, según avanzó The New York Times. Esta es la segunda ocasión que los uniformados dispusieron de una ocasión para “equilibrar” a Ramos antiguamente de que accediera a la Robb Elementary School y evitar la aniquilamiento posterior. Ya se había indicao que un policía de otro cuerpo, del destinado a los colegios, llegó con más adelanto, pero pasó con su coche sin ver al pistolero en el aparcamiento de la escuela.
Estas informaciones confirman que los agentes llegaron con premura al sitio el pasado 24 de mayo. Fue una respuesta rápida que supone un contraste aún veterano con la delación de 77 minutos que les llevó entrar a la doble cátedra en la que Ramos se atrincheró. Se contuvieron, a la calma de aceptar equipos de protección, a pesar de que conocer que había personas vivas atrapadas.
Más de una docena, de los 33 niños y tres profesores que estaban en esas aulas, siguió con vida durante ese periodo de tiempo, que concluyó cuando especialistas del cuerpo de vigilantes fronterizos mataron al atacante. Fuera, en el pasillo, había en ese momento más de 60 uniformados reunidos.
Los investigadores tratan de determinar si alguno de los que falleció podría favor sido cascarilla de aceptar antiguamente cuidado taza. No hay duda alguna de que algunas de las víctimas estuvieron vivas y requerían desesperadamente atención médica. Una profesora dio el extremo suspiro en la ambulancia. Tres niños murieron cerca del hospital.
La cuestión ahora es que incluso se tuvo la oportunidad de evitar esa matanza. Ramos abrió fuego ya fuera de la escuela. El agente que llegó con su rifle dispuso de segundos para decidirse a disparar, pero temió herir a niños que estaban ahí fuera y las responsabilidades que podría favor tenido que aceptar. Adicionalmente de los 21 difuntos, otras merienda personas resultaron heridas.
Esta autos policial se halla bajo investigación en varios frentes por los Rangers de Texas, el Área de Neutralidad y e un comité específico de la vigencia del estado. El fiscal del distrito igualmente se ha implicado en las pesquisas estatales.
Parte de estas indagaciones se centran en el retraso de una hora y 17 minutos desde que entró Ramos hasta que le dieron caza. Este caso muestra ahora que varios agentes estuvieron ahí antiguamente de lo que se pensaba y de que el pistolero accediera al interior del centro. La policía acudió rápido tras aceptar una emplazamiento en la que se les informó de que una camioneta había chocado contra la valla cerca de la escuela y que el conductor estaba disparando.
Llegaron al menos dos coches patrulla, uno de la pequeña fuerza policial que vigila las escuelas y otro de la policía recinto que apareció escasamente un minuto a posteriori. Ramos seguía en el exógeno, disparando a vecinos de la zona. Según el alguacil de la oficina del sheriff, los agentes igualmente estuvieron en el punto de mira del atacante. Dos uniformados se parapetaron detrás de uno de los coches patrulla. Quería devolver el fuego, pero se contuvieron.
Cuando ese responsable policial preguntó al agente la razón de no disparar, éste respondió que había niños y tuvo miedo de impactar a alguno de ellos. Si perfectamente en la documentación se confirma que había niños, en ningún momento se especifica si se hallaban en la cadena de tiro.
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