Una victoria de la ciencia: el hospital Clínic cierra la unidad de Hepatitis Víricas

A posteriori de diez abriles de actividad, el hospital Clínic ha clausurado la pelotón de Hepatitis Víricas, en una demostración del triunfo de la ciencia sobre la enfermedad. Hace una término esta infección afectaba al 2,5% de la población española, una prevalencia que ha quedado pequeña a un residual 0,3% gracias al descubrimiento del virus de la hepatitis C a principios de los 90, que permitió el avance y la divulgación de medicamentos efectivos.

La pelotón del Clínic, que se ha dedicado a asaltar la enfermedad de guisa multidisciplinar, cierra por yerro de pacientes. “Es un pestillo por éxito, cosa que es muy difícil en la medicina, que las cosas puedan mejorar tanto en tan poco tiempo”, celebra su responsable, Xavier Forns. “Es poco extraño. Ha ocurrido una cosa similar de forma mucho más lenta con otras enfermedades, como la tuberculosis en su momento o con las úlceras gástricas cuando se descubrió la germen que las provocaba. Es un éxito completo de la medicina. De hecho, nos ha cambiado la división, la hepatitis C ha desaparecido como pilar de la hepatología”, agrega.

La Pelotón abrió en 2012 para asaltar de forma multidisciplinar la establecimiento de las nuevas terapias

La pelotón abrió en 2012 como consecuencia de la aparición de los nuevos tratamientos contra la hepatitis C. Hasta entonces las terapias eran poco eficaces, fundamentadas en el interferón, un inmunomodulador con significativos bienes secundarios. “El meta asistencial subió de guisa tremenda, triplicamos el número de visitas. Eran tratamientos al principio muy novedosos y había que ir con cuidado, teniendo presente además los bienes secundarios, de guisa que se requería la colaboración de diferentes especialistas”, rememora el hepatólogo.

09 - 06 - 2022 / Barcelona / Tancament de la Unitat d'Hepatitis Vírica de l'hospital Clínic. Fotos amb el responsable de la Unitat, Xavier Forns, i un pacient (Enric Vallverdú) donat d'alta. La prueba es una Elastografia Hepatica / Foto: Llibert Teixidó

Enric Vallverdú (paciente), anejo a Xavier Forns (hepatólogo) 

Llibert Teixidó

Al eclosión las nuevas terapias mostraban una efectividad del 70%, que fue incrementando hasta la prácticamente infalibilidad contemporáneo. Adicionalmente, las consecuencias perniciosas de las primeras pastillas se han eliminado y los períodos de tratamiento se han pequeño significativamente. Uno o dos comprimidos durante un período de entre 8 y 12 semanas y el virus desaparece por arte de ciencia.

“El descubrimiento del virus y el hecho de que en el laboratorio se pudiera trabajar con un fragmento de su genoma hizo que empezaran a aparecer fármacos orales que actúan en diferentes puntos del ciclo reproductivo del virus. Son antivirales directos, bloquean proteínas del ciclo reproductivo”, explica Forns. Más de 3.000 pacientes han pasado por su pelotón y la mayoría se han curado.

Hasta hace diez abriles la hepatitis C era la principal causa de trasplante de hígado

Ahora es una infección practicable de tratar y curar, pero hace diez abriles la hepatitis C era la principal causa de trasplante de hígado y más de la centro de los pacientes de la sala de Hepatología del Clínic tenían esta transformación. El problema del trasplante es que el virus, que permanecía en la matanza, volvía a infectar el injerto y se perdía entre el 20 y el 25% del nuevo hígado al año. Muchos enfermos morían a posteriori del trasplante, el 25% desarrollaban formas graves, perdían el nuevo hígado y volvían a estar como antaño”. “Esto era terrible”, recuerda Forns.

Según el médico, en los momentos álgidos de la nueva terapia, que empezó a aplicarse a los pacientes más graves, había colas que llegaban hasta la calle. “Éramos 5 o 6 hepatólogos tratando; hoy somos 2-3 y hacemos otras enfermedades. Antiguamente media Sala era hepatitis C y ahora vuelve a acaecer mucho enfermo alcohólico, mucho enfermo por depósito de manteca, pero la hepatitis ha bajado muchísimo y esto hace que un trabajo enrevesado se ha simplificado tanto que no necesitas tantos especialistas trabajando en ello”.

09 - 06 - 2022 / Barcelona / Tancament de la Unitat d'Hepatitis Vírica de l'hospital Clínic. Fotos amb el responsable de la Unitat, Xavier Forns, i un pacient (Enric Vallverdú) donat d'alta. La prueba es una Elastografia Hepatica / Foto: Llibert Teixidó

Control semestral rutinario a un ex enfermo de hepatitis C 

Llibert Teixidó

¿Puede decirse que ha quedado erradicada esta patología? No del todo. Existe un hornacina de población delicado, con dificultades de paso al sistema taza, que sigue estando en la diana. Básicamente son personas que consumen drogas inyectadas o inmigrantes de países con una inscripción prevalencia. "Tenemos que ir a buscarlas, y en Catalunya existe un software muy relevante para intentar alcanzar a ellas y ofrecerles el tratamiento que las cure", apunta Forns.

Enric Vallverdú, de 67 abriles, es uno de los mejores testimonios de este engendro comprobado. Sufrió toda la historia natural de la hepatitis C, una infección que adquirió de mancebo (sospecha que en alguna vacuna en el servicio marcial o en uno de sus viajes a países exóticos). Desarrolló una cirrosis hepática que evolucionó en torno a una forma de descompensación (el hígado no limpia correctamente las toxinas y el cerebro no funciona), acumuló puro en el estómago y sufrió un tumor de hígado.

El afirmación

Enric Vallverdú sufrió todas las fases de la enfermedad y fue de los primeros en aceptar la nueva terapia

“Sufrió todas las consecuencias nefastas de una infección crónica, incluso llegó a un trasplante de hígado (2008)”, expone Forns. A Dios gracias para Vallverdú, la ciencia llegó a tiempo. “En el 2012 el doctor me propuso la nueva receta. Fui uno de los primeros en probarla en Barcelona, y me desapareció el virus”, rememora el paciente.

No imaginaba Vallverdú que a posteriori de siete abriles una simple pastilla iba a rematar con su suplicio. “Estaba resignado a residir así, sin demasiados ánimos; iba tirando y no tenía más expectativas, aunque el doctor me había avisado de que había alguna opción y me decía que aguantara. Yo era escéptico”, rememora.

Cuando llegó la posible opción, el paciente no se sintió como un conejillo de indias. “Primero, porque llevaba unos abriles tan ‘fotut’ que ja todo me daba igual y, segundo, porque la receta ya estaba experimentada y comercializada en EE.UU. Adicionalmente, tenía una confianza ciega en el doctor Forns”.

09 - 06 - 2022 / Barcelona / Tancament de la Unitat d'Hepatitis Vírica de l'hospital Clínic. Fotos amb el responsable de la Unitat, Xavier Forns, i un pacient (Enric Vallverdú) donat d'alta. La prueba es una Elastografia Hepatica / Foto: Llibert Teixidó

Xavier Forns 

Llibert Teixidó

El pasado jueves, Vallverdú pasaba el control rutinario semestral. Todo valentísimo. Hace una vida absolutamente natural, sin ningún tipo de privación extraordinaria. “Me saco el sombrero –exclama-, soy beneficiario directo de una investigación y no puedo más que agradecerlo profundamente. Es casi como un prodigio de la ciencia. Mi enfermedad no se detecta hasta comienzos de los noventa y en el 2012 ya había receta para curarla hasta prácticamente hacerla desaparecer. Es un avance increíble”.

La B queda ahora como principal hepatitis que provoca enfermedad crónica. Se transmite por vía sexual o madre-hijo, principalmente en países asiáticos y algunos africanos, entre personas no vacunadas. De guisa que la veterano parte de los casos importados corresponden a personas que no se inmunizaron. De todas formas, se proxenetismo de un virus controlable y el los próximos abriles aparecerán medicamentos para eliminarlo, augura Forns.

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