Atún macerado, snack de pulpo y rape de lonja: así fue la cena de Robert de Niro en Barcelona

Hace merienda abriles Robert de Niro rodaba en Barcelona parte de la película Luces rojas conexo a Sigourney Weaver, Elizabeth Olsen y Cillian Murphy. Este zaguero aún no era la incontestable hado que ha terminado de encumbrar Peaky Blinders ni Kim Díaz el próspero patrón en que se ha convertido una período luego. Durante el rodaje, De Niro recaló en Bar Mut, suscripción taberna al sur de Gràcia desde cuyo extranjero se aprecia una aceptablemente nutrida bodega y pizarras con nombres de viandas en extremo sugerentes para un italoamericano de Manhattan. 

Se enamoró de su carta 

Rodando en Barcelona, De Niro recaló una oscuridad en el regional de Kim Díaz y repitió las diez siguientes 

Kim Díaz en una foto tomada en 2012, cuando ya había comenzado su amistad con el inmortal actor.

Kim Díaz en una foto tomada en 2012, cuando ya había comenzado su amistad con el inmortal actor.

A. G.

De Niro franqueó su entrada y volvió religiosamente cada oscuridad durante las diez siguientes. “Adicionalmente de la cocina y la calidad del producto, creo que el secreto zaguero es que pudo estar cenando como si nadie lo conociese. O al revés, como si lo conociesen de toda la vida. Nadie se acercó a importunarle y nos comportamos con él sin aspavientos, como un cliente más”, cuenta Díaz. Hicieron migas y De Niro lo invitó a hallarse en Nueva York. Era 2011.

De Niro, en una escena de 'Luces rojas', parte de cuyo metraje se rodó en Barcelona.

De Niro, en una cuadro de 'Luces rojas', parte de cuyo metraje se rodó en Barcelona.

Imdb

Londres, Barcelona, Nápoles

El pasado miércoles, el inmortal actor y patrón a tiempo completo hizo escalera en Barcelona expresamente para aparecer a saludar a su añoso amigo

El pasado miércoles, el inmortal actor y patrón a tiempo completo hizo escalera en Barcelona expresamente para aparecer a saludar a su añoso amigo. Venía de Londres, de inaugurar un nuevo establecimiento de Nobu, su esclavitud hotelera, y viajaba Nápoles, donde aterrizó ayer. Kim lo atendió personalmente, le puso una caña en el regional de enfrente, Entrepanes Díaz, y luego lo invitó a degustar la nueva carta. “Nosotros proponemos un alucinación a modo de menú desgustación, así, recorrió la huerta y le encantó el tomate, del mar escogió atún macerado en jerez, siguió con el ‘pulpoyo’, un snack de piel de pulpo con pata a la brasa y mayonesa de limatón, y terminó con pescador de rodaja con cigala vivo. Y le chifló”, cuenta Díaz lógicamente orgulloso. La relación entre los dos nunca se rompió, ya que De Niro ha recalado por el establecimiento en más ocasiones desde la primera vez y el hijo del patrón catalán se ha incorporado a la esclavitud Nobu, con quienes viajará por todo el mundo.

El actor tiene en mente trasladar este tipo de negocio a su cadena hotelera, Nobu.

El actor tiene en mente trasladar este tipo de negocio a su esclavitud hotelera, Nobu.

A. G.

El barcelonés lo visitó en Nueva York

Explica Díaz que la pasión por conocer de De Niro es insaciable y que sabe incluso más curiosidades y leyendas de Barcelona que él mismo 

Aquella primera vez, Díaz recorrió las calles de Gràcia conexo al actor y su esposa, presumiendo de ciudadela mediterráneo, y después se vio con él en su casa de Nueva York. Desde ese momento, la inscripción pasó a ser simplemente Bob. Curiosamente, de Barcelona sabía más cosas curiosas el neoyorquino que el propio Díaz: “Su pasión por conocer es ilimitada; me explicó detalles de la Sagrada Comunidad y leyendas de Barcelona que yo ni conocía. Comparado conmigo, tiene quince vidas”, explica el restaurador, al frente todavía de Muticlub, en la misma manzana que Entrepanes, y consejero e impulsor de JOK, el restaurante y cocktail bar que regentan Josep Maria Pou y Oriol Badia a tres minutos de la Pedrera. 

“En esta ocasión nos pusimos al día: hablamos de mi exmujer, el plan de transigir el Bar Mut a Nueva York, que finalmente no salió, y me comentó que está preparando un nuevo Nobu en el Caribe. Me volvió a dar su teléfono móvil tras disculparse por no haberme llamado desde hace un tiempo”. No en vano dicen que los más grandes suelen ser los más sencillos. 

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