Por estas fechas los barrenderos municipales vacían las 60 papeleras dobles de la Rambla 14 veces al día. Hasta hace muy poco la operación se realizaba en siete u ocho ocasiones. Ahora, todos los contenedores de papel y cartón y la medio de los de plásticos y envases del distrito del Eixample quedan impolutos un par de veces por excursión. La copia de contenedores desbordados obliga a doblar el servicio. La multitud ya está harta de estas estampas.
Adicionalmente, rodeando de 70 puntos de las calles y plazas de Ciutat Vella especialmente afectados por la incontinencia urinaria son regados y afanosamente desinfectados cada mañana. Ayer, cuando no hacía tanto calor, se actuaba principalmente en función de los niveles de pestilencia y las quejas ciudadanas. Todavía ha arrancado estos días el servicio fregadora, destinado a eliminar de forma concienzuda las manchas que deja el trasiego de platos por las terrazas de muchos restaurantes. Estos restos son más difíciles de eliminar de lo que parece.
En estas fechas las papeleras se usan más que nunca y se atestan de envases de bebidas
Las brigadas de ablución del Cabildo de Barcelona están afrontando estos días su gran prueba de fuego, su particular tormenta perfecta, reajustando las prestaciones de la controvertida, carísima y nueva contrata del servicio a fin de impedir la proliferación de contenedores desbordados, y asimismo encarando la dorso a la normalidad, a la normalidad más difícil de ejecutar, la veraniega, la que comporta el regreso de los turistas y una intensísima ocupación del espacio manifiesto: en estas fechas, por ejemplo, el consumo de latas de cerveza y de bebidas en caudillo se dispara.
La recogida de vidrio ya se incrementó en un 25% con respecto a la registrada por estas mismas fechas el año mencionado; la de envases, en un 18%; la orgánica. en un 14%; la de papel y cartón, en un 8%; la de resto, en un 6%... A medida que la pandemia queda a espaldas los contrastes resultan más acusados, y el uso de las papeleras se intensifica. Muchas veces, de un modo inadecuado.
Todo esto está ocurriendo bajo la muy atenta vistazo de la ciudadanía. Finalmente la ablución de Barcelona devino un problema principal. La multitud está muy harta de encontrarse basuras desparramadas por doquier. El ámbito está muy enrarecido en unos cuantos barrios, en los de la Esquerra de l’Eixample, Sant Andreu, el Raval... Hace meses que La Vanguardia se hace eco de este profundo malestar. En estos momentos, pasar este escudriñador examen municipal es una de las más importantes prioridades del gobierno de la alcaldesa Ada Colau.
La anciano parte de las unidades de refuerzo dispuestas son de resto, de los desechos que no se reciclan
Los técnicos municipales explican que cualquier cambio del sistema requiere unas cuantas semanas de amoldamiento, que la multitud se tiene que acostumbrar a las nuevas ubicaciones de los contenedores, que las nuevas maneras de trabajar necesitan un periodo de rodaje y de descomposición de los resultados a fin de afinarse en condiciones.
De este modo, detallan los técnicos municipales, el Cabildo de Barcelona ya ha instalado 10.639 nuevos contenedores. En los distritos del Eixample y Sant Martí ya terminó la sustitución prevista. En los de Sant Andreu, Ciutat Vella y Gràcia está a punto de hacerlo. Luego del verano arrancará la operación en el resto de la ciudad, la segunda etapa del despliegue de la nueva contrata de ablución.
“Algunos contenedores se están desbordando porque son muy utilizados –abundan los técnicos del Cabildo–. Muchos vecinos tardan unas cuantas semanas en acostumbrarse a las nuevas ubicaciones y hacer uso de los contenedores que con la nueva contrata tienen más cerca de su domicilio. Estamos trasladando los contenedores, principalmente de las esquinas a líneas en paralelo a las aceras. Así asimismo optimizamos el espacio manifiesto y ganamos plazas de aparcamiento de motos”.
Otras veces, sin confiscación, el problema es otro. El nuevo sistema, con el objetivo de fomentar el reciclaje, está incrementando el número de contenedores de envases, papel y orgánica en detrimento de los de resto. Y los de resto, de repente, se antojan insuficientes. Por ello se desbordan. Lo que ocurre es que en muchas ocasiones lo que funciona sobre el papel no termina de hacerlo sobre el asfalto. De ahí el malestar municipal.
“Estamos viendo que en algunos puntos de la ciudad el número de contenedores previstos en la nueva contrata es insuficiente –prosiguen los técnicos municipales–. De forma que los reforzamos instalando otros 171 contenedores. De todos ellos 81 son de resto. Planteamos un descenso del 5% de estos contenedores. Pero en estos momentos estamos rondando el 3%. No se manejo de cifras definitivas. Aún estamos analizando los resultados de las nuevas ubicaciones. Los reajustes no han terminado. Esperamos tener listos los del Eixample a finales de julio. Es muy probable que tengamos que poner más contenedores en algunas ubicaciones. Todavía estamos moviendo unos cuantos. Adicionalmente, estamos en verano...”.
Y los técnicos municipales asimismo explican que este verano están redoblando la atención a las playas, que estos días todos los arenales de Ciutat Vella, Nova Icària y Bogatell se adecentan cuatro veces en cada turno de mañana y de tarde, más o menos el doble que otro veranos.
“Los equipos, cuando llegan al final de cada playa, vuelven a comenzar por el principio, para eliminar, para pincharse las papeleras, etcétera... El intenso uso de las playas obliga a ello”.
Publicar un comentario