Los inmigrantes, como cualquiera que haya prosperado por su esfuerzo, suelen ser optimistas. Por eso, los estadounidenses, en su mayoría de raíces extranjeras, lo han sido siempre gracias a su escalera social para recién llegados. Seema Jayachandran, hija de matemáticos indios que triunfaron en California, exhibe optimismo documentado; pero advierte que, aunque la igualdad femenina genere crecimiento, no siempre el crecimiento genera igualdad, como lo demuestra el que ha permitido el malogro masivo de niñas en India. Pero si Oeste ha acabado que las mujeres progresen, educando en la igualdad, además lo logrará la democracia de India. De EE.UU. solo le preocupa que la democracia que lo convirtió en país de oportunidades acabe estrecha, por la polarización y la derechización, a reducto para las élites extractivas.El optimismo del inmigrante
Hace pocos días sufrimos el crimen de dos catalanas de origen pakistaní...
Lo siento... ¿Qué pasó?
Fueron asesinadas por rehusar un nupcias concertado.
Sufrimos muchos crímenes parecidos además en India y en EE.UU., pero déjeme poner una nota de esperanza: las sociedades avanzan y cada vez son menos tolerados.
Confiemos en el futuro.
Y trabajémoslo. Para poner en contexto ese horror piense que en Pakistán e India, donde lo he investigado, la errata de mujeres es un molesto problema financiero.
¿Por qué faltan mujeres?
Porque las clases medias y bajas han accedido en masa a la tecnología que permite el malogro. Al mismo tiempo, todos ya prefieren tener menos hijos e alterar más en ellos.
¿No es un signo de modernidad?
Sí, pero concebir varones todavía está más valorado, porque así le transmiten sus propiedades, que no caen en manos del futuro marido, y su patronímico. Incluso en algunas sectas, al hombre se le supone más trascendencia eterna.
La Iglesia católica aún reserva el clero para los varones.
Y la mayoría del resto de iglesias cristianas... ¿Lo ve? Aún nos queda un amplio camino por recorrer; pero no solo por la ética de la igualdad, sino además para conseguir con ella eficiencia económica.
¿El malogro selectivo por condición frena el crecimiento financiero?
Merma y distorsiona los mercados de consumo y de trabajo y talento. Y aumenta los casos de arrebatamiento y de crímenes machistas como el que me cuenta.
¿El crecimiento financiero da, quita o deja igual los derechos de las mujeres?
La igualdad de comunicación al trabajo genera crecimiento; pero el crecimiento no siempre genera igualdad. Uno de sus género indeseables es ese malogro masivo de fetos de pupila que además perjudicó a China.
¿Al ser menos, las niñas y mujeres no son más valoradas?
Tal vez por eso, observamos que se va frenando el descenso del número de nacimientos de niñas. Si mira el censo de India, desde 1980 no había dejado de descender y esa tendencia, en cambio, se va suavizando desde el 2015. Lo mismo sucede en China. Pero a menudo no son las propias mujeres las que se benefician de ser cada vez más escasas.
¿Por qué?
Porque son secuestradas, como en el caso de las paquistaníes que me explicaba, o vendidas en nupcias por sus familias.
Pero las mujeres no nacidas en esas cohortes demográficas ya no nacerán.
Y es un gravísimo problema para India y China y otras regiones vecinas. Puede convertirse en una fuente de conflictos.
¿No se resuelve con inmigración?
En parte, sí, claro; pero solo hay una guisa digna de afrontarlo...
¿Cómo?
Educación, por supuesto, para niños y niñas. Por eso estamos trabajando ya en el estado de Haryana, de donde es mi padre, con programas escolares y sociales para demostrar que una hija es tan valiosa como un hijo.
¿Cómo cambiar mentalidades?
Empezamos por explicar que el trabajo en casa hay que repartirlo entre hijos e hijas; no solo lo hacen las niñas. Y eso se logra, para emprender, en los colegios. Por eso diseño programas escolares para cambiar mentalidades. Y esto contenta, porque progresamos.
¿Cómo llegó a EE.UU.?
Mis padres eran estudiantes indios muy buenos en matemáticas y en un santiamén consiguieron terminar sus doctorados y a posteriori trabajar en industrias punteras. Se conocieron y se casaron ya en EE.UU.
¿Eran de la misma casta?
No les concertaron el nupcias, aunque todavía sea habitual en la India, donde aún se suele inquirir consorte entre los de tu misma casta; pero eso además está cambiando.
¿Quién se resiste a ignorar las castas?
Usted es inteligente y lo deducirá: los que mantienen las castas son de castas superiores que se benefician del sistema.
¿Funcionan sus cuotas femeninas?
Sí, gracias al sistema hay más mujeres políticas que nunca. Aunque aún haya menos trabajadoras en conjunto que en China, Vietnam y otros países con sistemas autoritarios.
¿Por qué?
Porque las necesitaban para apoyar su nivel de crecimiento y incremento. Y ese es el peligro en la India: aumentar el nivel de educación de la mujer, pero a posteriori no emplearla y volverla así a confinar en casa.
¿Por qué hay tantos indios en SiliconValley?
China invirtió en educación básica antiguamente que mínimo; India priorizó la superior y era más elitista. Los mejores indios en un santiamén consiguieron reputación por sus habilidades informáticas en California.
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