Barcelona prevé implementar los espacios compartidos para que los perros puedan ir sueltos el próximo año, según fuentes municipales. Se comercio de una medida que el Junta arrastra desde el pasado mandato y ahora se encuentra en el proceso de definición de la propuesta en función de la distribución de la población de los canes en la ciudad. Estas áreas, denominadas zonas de uso compartido por el gobierno municipal, se instalarán en al menos 73 lugares, una por cada alfoz de Barcelona.
En estos emplazamientos, los animales podrán ir desatados bajo la vigilancia de los propietarios en unas franjas horarias determinadas, principalmente a primera hora de la mañana y a última de la tarde. Las áreas se señalizarán y se ubicarán en distintos lugares, como plazas, tramos de calles, jardines o parques. Los perros considerados potencialmente peligrosos tendrán que ir atados y con dogal, tal como establece la reglamento.
La plataforma Espai Gos Bcn considera que los espacios planteados hasta ahora “son escasos”
Para desplegar estos espacios se elaborará un decreto tras realizarse una modificación de la ordenamiento municipal sobre protección, tenencia y liquidación de animales, aprobada en 2014. En concreto, se tramitará eliminar la responsabilidad para los dueños de las mascotas de disponer de un carnet de tenencia cívica responsable para que pudieran ir sin correa en los futuros puntos establecidos. Fuentes municipales argumentan que este cambio contesta a una “adecuación técnica” de la norma a la efectividad y que el carnet nunca ha llegado a materializarse por su “compleja dirección administrativa y elevados costes”. La previsión es que el asunto se trate en la comisión municipal de presidencia de julio para que se apruebe inicialmente en el pleno y prosiga su tramitación hasta que obtenga la luz verde de forma definitiva, presumiblemente en el pleno de octubre o noviembre. Seguidamente, se elaborará el decreto que establecerá todas las ubicaciones por lo que el Consistorio calcula que su despliegue no se producirá hasta el 2023. “Ahora ya se está trabajando de forma técnica y con los distritos, pero estas zonas no se darán a conocer hasta que se apruebe definitivamente la modificación de la ordenamiento”, señala el Junta.
Los responsables municipales explican que en el pasado mandato se abordó la definición de estas áreas con vecinos y entidades, pero la irrupción de la pandemia obligó a replantear el uso del espacio notorio. En algunos consejos de alfoz celebrados recientemente, como en el distrito de Sant Martí, se ha tratado esta cuestión y se ha informado a los vecinos de las posibles localizaciones. Su puesta en marcha irá acompañada de una campaña informativa.
La plataforma ciudadana de propietarios de perros, Espai Gos Bcn, considera que los espacios planteados hasta ahora son escasos. “Hay distritos que se muestran más sensibles mientras que otros han ofrecido muy pocas zonas y minúsculas. Nosotros no damos nadie por cerrado, pero la ofrecimiento con la que se trabaja es totalmente insuficiente para el pandeo de perros que hay en la ciudad”, asegura Àngela Coll, portavoz de la entidad. Asimismo lamenta el retraso para implementar estas áreas: “La dirección política ha sido ineficaz. Las zonas compartidas tendrían que estar en funcionamiento desde el mandato pasado. Ya estamos en el 2022 y todavía no sabemos exactamente cuáles serán al final”.
En cuanto a la moratoria de no multar por soportar a las mascotas sin correa se aplicará “en todo caso” hasta que estén desplegadas las zonas de uso compartido, aseguran fuentes municipales. El Consistorio impulsa esta logística con el objetivo de que el 90 % de los ciudadanos con un perro tenga un espacio para su mascota a menos de diez minutos de casa. Actualmente, Barcelona cuenta con más de un centenar de áreas de recreo para canes, de las que casi la medio dispone de unas dimensiones que oscilan entre los 300 y los 400 m2.
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