En su primera aparición en el Saturday Night Live de Jimmy Fallon, Kim Kardashian se hizo eco de una de las citas más conocidas de Katharine Hepburn: “La clan querida es igualmente clan que quiere”, añadiendo que “para querer, uno debe iniciar por su propio cuerpo”. Tras la polémica y las críticas que suscitó que llevase a la MET Gracia el vestido con el que Marilyn Monroe cantó el ‘Happy Birthday’ a John Fitzgerald Kennedy en 1962, Kim Kardashian ha querido aproximarse más a sus fans y agradecerles su apoyo con sus ‘stories’ de Instagram, especialmente en cuestiones de estética.
“Su voluptuosidad y sensualidad han sido cruciales para que la moda y especialmente la ingreso costura haya por fin comprendido que todo cuerpo es bello y que la autoestima es muy importante. Fue estrambótico que lo que dijo fuese casi imitar a una de las actrices más respetadas de Hollywood, pero igual que Hepburn, quien nunca llevaba falda fuera de un plató y buscó un look masculino para empoderar a la mujer, Kardashian y sus fans tienen claro que ya pespunte de pudor. Enseñar el cuerpo y sus curvas no es una tendencia, es un camino sin revés a espaldas”, contaba en una entrevista a la CNN Monica Brooks, socióloga en la Parsons School of Fashion de Nueva York.
¿Y qué mejor forma de mostrar nuestro cuerpo más allá del prorrata que con un vestido con aperturas laterales? Así, y oportuno al aberración Y2K, los noventa vuelven a pisar cachas. Esta vez con los vestidos ‘cut out’, con cortes generalmente a la valor de la cintura que han conquistado desde el más puro streetstyle a influencers como Gracia González y Marta Frondoso en las alfombras rojas de medio mundo e incluso a ‘royals’ como la reina Letizia o Estefanía de Mónaco.
‘Hourglass’: Siguiendo las agujas del temporalizador
Cedido que el patrón de este vestido trivial y fresco para el verano juega a afinar la silueta con un repertorio óptico en la zona central, como si se tratase de un temporalizador de arena, se usan a la vez las denominaciones ‘hourglass’ o ‘cut out’. Si perfectamente la pasada primavera triunfaban los modelos en infeliz y hasta los tobillos con aberturas a entreambos lados de la cintura, como si unieran dos rombos mediante detalles como un nudo o una hebilla o prendedor tesoro, este verano esta tendencia igualmente se impone en las estéticas ‘boho’ e ibicenca, con estampados florales y en blanco roto.
En esta onda más holganza y con un toque de inocencia encontramos las propuestas de las firmas francesas Sandro y Antik Batik, así como las de la firma española Macsens, con prendas con cortes laterales que continúan en la espalda y mangas que se pueden quitar para convertir la alcoba en un vestido de tirantes para los días más veraniegos.
En esta tangente tan asimétrica y que va del vestido a la blusa, encontramos igualmente las creaciones de las firmas escandinavas Acne, Ganni, By Malerne Birger, Filippa K y la más alegre @other stories, con ‘bodies’ con aperturas horizontales por encima del pecho y vestidos ‘hourglass’ en otro de los grandes éxitos de los abriles 90: el ‘tie dye’, pero con filosofía circular. “Los noventa siguen aquí y los más jóvenes son los que más están haciendo que estéticas de hace 30 abriles estén tan en aceptación actualmente. Pero tenemos que sumarle a ello que tras la pandemia la clan quiere albedrío y proponer adiós a toda restricción, como pasó en los abriles sesenta y setenta, con la descolonización y el horror de Vietnam. Los jóvenes llevan las riendas de la moda y poco muy interesante es que en esta ocasión ya no vemos estos vestidos en tallas 2 y 4, sino que ahora la moda es mucho más inclusiva y reivindica todo tipo de cuerpo”, expone Julia Weems, directora de Moda en el Istituto Europeo di Design (IED) de Barcelona.
Así, firmas como la británica Rejina Pyo demuestran como el ‘cut out’ resulta conveniente para muchas siluetas, incluso en colores muy vivos.
Glamur y sofisticación para ceremonias
Aunque previamente esta tendencia pueda parecer demasiado sexy para ceremonias, son muchas las celebrities que han demostrado que estos vestidos pueden ser equivalente de la veterano elegancia. Muestra de ello son los de la firma Nicoletta Valentina, con huesito dulce y drapeados para dar una veterano sobriedad a las aberturas laterales que dejan imaginar tramos de piel del mondongo. Vestidos que han sido escogidos para casarse, al igual que ocurre, en secreto más contemporánea, con los de Rotundo Brand, la firma madrileña con boutique en la calle de Velázquez y especializada en looks de invitada siguiendo las tendencias vistas en pasarela.
Comodidad, sutileza y tendencia son el trio de los vestidos ‘cut out’ con manga francesa, palabra de honor o con detalles en ‘strass’, como han perspicaz recientemente Kate Middleton y Hailey Bieber.
Curiosamente ha sido una de las divas de los noventa, Cher, quien ha puesto la broche del pastel a la tendencia ‘cut out’ con el ya apodado vestido bikini que emula las dos partes del traje de baño con prorrata halter y unidos en los laterales del vestido, como ella solía enlucir en sus actuaciones y en varias compostura y que ahora han servido de inspiración para Paco Rabanne y Balmain. Lo vimos igualmente en compostura como los Oscar, con Zendaya enfundada en un espléndido vestido de este corte en amarillo. Lo mismo sucedía con la metamorfosis del clásico vestido de lunares de Pretty Woman, que ahora está arrasando con formato ‘hourglass’.
Accesorios ‘cut out’: digitalización chic
La pasada tirada de la semana de la bisutería de Munich, la ‘Munich Jewellery Week’, meca para los diseñadores de joyas contemporáneas, puso de manifiesto la pobreza de conectar cuerpo y alcoba, incluso aglutinando sentidos fundamentales más allá del tacto.
En esta tangente encontramos las creaciones de los británicos Räthel & Wolf, cuyo manifiesto es de por si un homenaje a lo mismo que surca bajo el océano de la tendencia ‘cut out’: “Visualizamos joyas que se fusionan con el cuerpo, por lo que moldeamos cada alcoba directamente en metal rodeando de los volúmenes y huecos mientras exploramos la forma en que te hace percatar. Nos encantan las superficies pulidas y elegantes del metal que acentúan el sentido del tacto para alcanzar esa conexión física con la alcoba”, nos cuentan sus dos diseñadores Sari Räthel y Ricarda Wolf. Y añaden: “No se necesitan perforaciones para ninguna de nuestras joyas; cada alcoba está diseñada para coexistir en amistad con el cuerpo, resaltando y contorneando la silueta”.
Pero aún hay más, transmitido que, como tanto gusta a las nuevas generaciones, la moda debe ir de la mano de los nuevos horizontes digitales: “Posteriormente de aprobar los diseños en el mundo efectivo con todos sus parámetros físicos, creamos copias digitales de las joyas. Determinado podría querer usar una copia digital de su alcoba favorita en la inauguración de una exposición en el metaverso, y luego ir a cenar con amigos, usando la interpretación materializada de la misma alcoba”, concluye este dúo creativo.
La moda es cíclica, pero siempre va de la mano de una veterano democratización en todos los parámetros, desde patrones, a tallas y formatos.
Publicar un comentario