Ingerir agua con regularidad es necesario en cualquier época del año, pero cuando las temperaturas aumentan, todavía lo hacen las posibilidades de deshidratarnos y tantear síntomas como sequedad de piel, asco, pérdida de apetito, hormigueo, somnolencia o dolor de vanguardia. Si la pérdida de puro es considerable, incluso podemos sufrir una disminución de nuestra capacidad física y cognitiva, adicionalmente de fallos en la termorregulación y la función cardiovascular.
¿Cuánta agua debemos copear para que eso no suceda? La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) fija unos títulos de remisión de ingesta para diferentes grupos de población según su etapa:
Bebés de 1 a 6 meses: 100 a 190 ml por kilo al día (esto normalmente queda cubierto con la ingesta de caucho materna o de fórmulas, con lo que en principio no necesitan copear agua).Ingesta de agua recomendada, según la EFSA
Bebés de 6 a 12 meses: 800 a 1.000 ml al día
Niños de 1 a 2 abriles: de 1,1 a 1,2 litros al día.
Niños de 2 a 3 abriles: unos 1,3 litros al día
Niños de 4 a 8 abriles: unos 1,6 litros al día
Niños de 9 a 13 abriles: varía de 1,9 l para las niñas a 2,1 para los varones.
A partir de los 14 abriles, y los adultos sin margen de etapa: la ingesta recomendada oscila entre 2 litros para las mujeres y 2,5 l para los hombres.
Para la Ordenamiento de Consumidores y Usuarios (OCU), estas recomendaciones son un reducido que debe incrementarse sobre todo cuando se realiza gimnasia físico o cuando aprieta el calor. Pero hay quienes consideran que estos títulos han quedado anticuados, ya que los requerimientos de agua pueden ser distintos según los individuos y las condiciones climáticas.
Una de las investigaciones más comentadas sobre el tema es una revisión de artículos publicada en 2002 en la revista American Physiological Society. Esta concluye que no hay suficiente documentación científica para apoyar el consejo de tomar dos litros de agua al día en adultos y que habría cierta evidencia de que no es necesario copear tanto. Considera que esta recomendación es excesiva para una persona sana con una vida sedentaria que vive en un clima templado.
Todavía es importante hidratarse mientras conducimos para no sufrir un codazo de calor en verano 
Si no podemos fiarnos del consejo de tomar dos litros de agua al día, ¿qué cantidad sería la adecuada? El nutricionista Daniel Úrsua contaba en este artículo que indemne en niños, ancianos o casos de patologías, la sed es indicador suficiente para retener cuánto necesitamos copear. “Es un mecanismo de defensa que nos avisa de que necesitamos puro, adicionalmente de uno de los primeros síntomas de la deshidratación”, explicaba. El color de la orina o la sequedad en la boca todavía nos pueden dar pistas sobre nuestro nivel de hidratación.
La cantidad de agua necesaria para estar acertadamente hidratados todavía variará según los alimentos que comamos. Algunas frutas como la pepón, el melón, la fresa, el pomelo o el melocotón están compuestas por más de un 85% de agua y nos ayudarán abastecer el puro de nuestro cuerpo.
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