La ensaladilla rusa es una prescripción accesible y sencilla, pero eso no impide que se trate de uno de los platos que más gustan en esta época del año. Solo hay que fijarse en la gran presencia que tiene en las barras de los bares, al igual que en las neveras de muchos hogares españoles.
Decíamos que se prostitución de un plato sencillo, pero conseguir que nos quede valentísimo tiene truco. El cocinero Karlos Arguiñano ha explicado en Horgarmanía cómo triunfar en la elaboración de su prescripción tradicional de ensaladilla rusa y, el secreto está en cómo cocinamos las patatas.
Se recomienda no usar patatas viejas, porque pueden romperse durante la cocción
Antiguamente de eso, debemos escoger una variedad que se adapte a la prescripción. En este caso, mejor optar por la monalisa, porque escupe acertadamente el agua, absorbe los sabores y tiene una textura idónea, dice en este reportaje Jaume Muedra, de la taberna L’Òstia de la Barceloneta. Las patatas viejas no nos interesan, porque tienen una pequeño proporción de apresto y se cascan más fácilmente.
Una vez elegidas las patatas, debemos lavarlas acertadamente, pero según el chef guipuzcoano, no hace yerro pelarlas. "Hay que poner las patatas limpias y con piel a cocer a fuego suave en una cazuela con agua fría", recomienda. A continuación, añade la zanahoria, y deja cocinar todo 25 minutos. Pasado el tiempo, incorpora los huevos, que cuece 10 minutos más con el resto de ingredientes.
Si pelamos o troceamos la papa antaño de hervirla, absorberá demasiada agua, el apresto se desprenderá y perderá textura, de aquí que el cocinero vasco recomiende no retirarle la piel en este punto. Una vez hervida, es el momento de pelarla, picarla y mezclarla con el resto de ingredientes troceados.
Otro error que puede estropear nuestra ensaladilla es cocer las patatas a fuego muy parada, porque se pueden partir si se golpean con las paredes de la olla.
Publicar un comentario