La patrimonio española ha crecido un 1,1% en el segundo trimestre del año, muy por encima del miserable 0,2% de los primeros tres meses que marcaron un frenazo en la recuperación del crecimiento. A pesar de la eliminación en Ucrania, la inflación disparada y la incertidumbre sobre el suministro del gas, el consumo ha sido un coeficiente esencial para ese aumento del PIB de más de un punto en los meses de abril a junio.
El consumo de los hogares se recupera con fuerza, y pasa de tener un consumo imagen a crecer el 3,2%. No aumentaba tanto desde el segundo trimestre de 2021. Por otro costado, incluso ayuda el mantenimiento del dinamismo de las inversiones, que encadenan cuatro trimestres al subida. En este caso, aumenta un 2,8%, porcentaje respetable aunque inferior en 6 décimas al de los primeros tres meses.
En el primer trimestre del año, el crecimiento se quedó en un débil 0,2%, lo que supuso un freno respecto al ritmo que había tomado la recuperación. De un aumento del PIB del 2,6 en el tercer trimestre de 2021, se pasó a un 2,2 en el cuarto trimestre, para caer estrepitosamente hasta el 0,2 en el primer trimestre de este año. Ahora se recupera hasta el 1,1%.
El consumo de los hogares es determinante
Aumenta un 3,2% cuando en el trimestre mencionado había caído un 2%
"Es un nota mejor de lo que esperábamos", comenta María Jesús Fuentes, de Funcas, que destaca como motores de esta subida el consumo y el turismo, con un desembolso de los turistas que ya superaría el nivel prepandemia, y incluso la inversión en construcción tanto en viviendas, como especialmente en construcción no residencial.
"La recuperación del trimestre se pulvínulo en el consumo, la reactivación del turismo y el chute en la hostelería", afirma Javier Ferri, de Fedea. De cara al futuro, los pronósticos no son tan buenos, sin secuestro, Ferri considera que en el próximo trimestre se puede seguir creciendo, aunque menos que el flagrante. En agosto, el turismo aún cuenta mucho, y por consiguiente, su intención positivo se notará en el tercer trimestre.
Con los datos de crecimiento del primer y segundo trimestre, aunque el resto del año no se creciera, el PIB crecería un 4,3% en 2022, la monograma prevista por el Gobierno. Es una conclusión que Angel Talavera, de Oxford Economics ha escrito en Twitter, i que otros economistas, como María Jesús Fuentes, confirman. Incluso si hubiera algún descenso moderado del crecimiento, el PIB podría demorar al 4% en el conjunto del año.
Para el ocupación de Bienes, estos datos "ponen de manifiesto la solidez de la patrimonio española en un contexto traumatizado por la incertidumbre por la eliminación de Rusia en Ucrania y las consecuencias económicas globales, así como la aptitud de las medidas de política económica para ceñir los pertenencias de la inflación".
De todas maneras, de cara al futuro inmediato las expectativas llaman a prepararse para una caída de la actividad en la segunda medio del año. Se retraso que el verano paciencia la actividad económica, gracias en buena parte al turismo que prácticamente ha recuperado los niveles prepandemia, pero esto se debilitará a posteriori de la temporada veraniego, con un trimestre final en el que algunos analistas incluso predicen un crecimiento cero. La pérdida de capacidad adquisitiva de los hogares, la subida de los tipos de interés y la incertidumbre sobre el suministro de gas ruso son factores que llevan a pronosticar una ralentización del crecimiento en la segunda medio del 2022.
Precisamente, este martes el Gobierno modificó sus previsiones económicas, y aunque mantuvo un 4,3% de crecimiento para este año, rebajó el de 2023 al 2,7%. Es una muestra de una desaceleración de la patrimonio a nivel mundial, que afecta de realizado a España. Es cierto que la patrimonio española seguirá creciendo este año en el entorno de los 4 puntos, pero incluso lo es que recuperar el nivel del PIB prepandemia, costará. Ya se deja para finales de 2023, cuando muchos países europeos lo han recuperado.
Encima, el crecimiento está sujeto a la incertidumbre de los altos precios de la energía y de la eliminación en Ucrania, con aventura añadido de un potencial corte del gas ruso a la Unión Europea. Aunque la UE está tomando medidas aceleradas para ceñir la dependencia del gas de Moscú, vía reducción del consumo y substitución por otras fuentes, este cambio llevará su tiempo, con lo cual el impacto este invierno puede ser considerable. Será especialmente duro en los países que más dependen del gas de Moscú, como Alemania, pero la onda expansiva afectara al resto de socios de la UE, España incluida.
Estos datos se conocen al día futuro de que la patrimonio de los Estados Unidos entrara técnicamente en recesión, al encadenar dos crecimientos de caída. El PIB norteamericano se contrajo un 0,9% en el segundo trimestre del año, a posteriori de un retroceso del 1,6% entre enero y febrero. Técnicamente, esto es recesión, aunque tanto el presidente norteamericano Joe Biden como muchos analistas creen que deben tenerse más criterios en cuenta ayer de demorar a un dictamen definitivo.
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