Cesc Fuentes, conocido artísticamente como Triquell, fue el segundo finalista del talent de TV3, Eufòria, y uno de los artistas que formarán parte del doble concierto que el software, convertido en engendro en Catalunya, ha preparado para este fin de semana en el Palau Sant Jordi.
El de Sant Quirze del Vallès, que está preparando las bases de su tesina musical con el que debutará pasado el verano, atiende a La Vanguardia pocas horas antiguamente de este recital singular y despliega todo su catálogo ponderado en una charla corta pero intensa, en la que Triquell da muestras de las inquietudes, títulos y carácter introspectivo de, citando sus palabras, una mente que es un cavidad de tronos. El próximo 7 de agosto todavía estará en el festival Sons del Món en Roses.
¿Cómo se encuentra desde un punto de paisaje emocional tras la golpe de exaltación que ha supuesto el software?
Estoy en un culminación creativo en el que estoy sentando las bases de mi tesina, y recapitulando para escribir un biopic musical y audiovisual de las fases emocionales por la que he transitado. Estar expuesto a tantos estímulos en tan poco tiempo es digno de novelística.
¿Va a hacer un disco contando su experiencia?
Hablo del tránsito de categoría a categoría que he tenido que hacer yo como intérprete, así como la sensibilidad que, no solo me ha legado esta experiencia como intérprete, sino todo aquello que he podido conocer de mí mismo y de las fases por las que he pasado como ser creativo. Paralelamente a todo lo que se haya manido por televisión, yo he tenido mis experiencias de las que he ido aprendiendo, así que ahora estoy haciendo de todo ello mi obra. Yo solía escribir en presente y de forma impulsiva, y ahora lo voy hacer de lo que he estado viviendo finalmente, no solo en el software, sino todavía en mi vida.
Pinta a trabajo introspectivo en toda regla, incluso terapéutico…
Si no lo fuera, sería una putada (Ríe). Por supuesto, la música es una terapia para mí.
Le hemos manido adentro del software en una fusión impresionante de géneros musicales, ¿el tesina Triquell tiene un categoría musical más definido?
No me voy a afrontar en ningún estilo concreto, de hecho, lo planteo como una experiencia universal con imágenes y con una simbología para que la persona que lo viva pueda transitar por diferentes fases. La globalidad de lo que se puede ganar a escuchar en la música es infinita. Lo que sí que es cierto es que tengo una hoja de ruta de trabajo, pero aún no sé cómo será el cuaderno porque estoy en la etapa original de emplazamiento de bases. Estamos con reuniones con la manada y pensando cómo se gestionarán las cosas más prácticas.
¿Tiene plazo prevista de publicación?
Lo que vamos a hacer es dar algún piscolabis, una pequeña degustación del menú, pero será posteriormente del verano. Lo que sí que te puedo sostener es que se viene, y que estoy flipando con la música que estoy haciendo, y creo que la parentela disfrutará de una fórmula nueva pero muy agradable. ¡El videoclip creo que todavía gustará mucho!
¿Cantará en diferentes lenguas?
Sí. Aún así, hay una predominancia y cierta rango del catalán. Yo ya tuve la oportunidad de cantar en castellano y en inglés, pero una de las cosas que he aprendido en este software ha sido a querer más a mi franja en la parte creativa. Siempre he tenido influencia norteamericana y hasta ahora no había podido profundizar en la creación y la composición en catalán. Me he legado cuenta de que es una vía muy guapa, divertida y terapéutica.
¿Cuál ha sido el gran descubrimiento sobre su persona que ha hecho en Eufòria?
Soy una persona que tiendo a darle muchas vueltas a todo, está siempre en proceso de introspección y se cuestiona el código pudoroso y los principios de toda aquella parentela que me rodea, al final estar expuesto a experiencias tan masivas y tan intensas me ha enseñado muchas cosas, pero no podría destacar una de ellas sobre las demás. He aprendido a tirar delante en una tsunami mediático, a superarme, a quererme y dar valencia a todo lo que hago, a helminto capaz y a descubrir otras facetas de mí, que es lo que me gusta y me hace tener esas ganas de conducirse. Me gusta cuestionarme cosas nuevas y plantearme otras muchas.
Teniendo presente ese código pudoroso que menciona, ¿le preocupa la cara b de la industrial musical que puede ganar a ser muy cruel?
No es poco que me preocupe porque es poco que ya he manido; cuando lo has detectado y eres consciente de todo eso, eres tú el que debe intentar que no se te meen la cara o no te engañen. Tú decides lo dúctil que quieres ser y lo manejable que eres para la industria. Si tienes un tesina sólido y firme, teóricamente no tiene porque suceder problema, aunque es cierto que siempre te la pueden envidiar. Ahora mismo yo tengo confianza plena en mi círculo y en la parentela con la que estoy trabajando. Estoy orgulloso de la parentela que me rodea, sé por donde van los tiros y con quién trabajaré.
Vamos al Sant Jordi: ¿Qué significado tiene para usted poder pisar este escena adyacente a sus compañeros?
Es un privilegio y una experiencia de aquellas que tienes que aprender degustar y disfrutar. En los ensayos nos hemos podido hacer una día de por dónde irán las cosas y tiene todo muy buena pinta, será muy guay. Mis sensaciones son óptimas, de empoderamiento total y de ganas de desaparecer en ese pedazo de escena.
¿Es de lo que se suele crear expectativas frente a los grandes retos o prefiere que todo fluya?
Tengo ideas orientativas de cómo pueden ir las cosas, pero no suelo ser de grandes expectativas, aunque eso no quiero sostener que sea lo contrario. Estoy haciendo un trabajo mental enfocado en intentar exprimir el momento al mayor y centrarme en el ahora que, aunque suene a tópico, cuando lo trabajas puedes ganar a estar capacitado para ello. ¿Si estoy nervioso? Estoy motivado y empoderado.
¿Ha dependencia poder alguna canción sí o sí en el Sant Jordi?
Estoy en un punto en el que voy a salir motivado y contento a hacer cualquier tema en ese escena. En mi caso, no tengo un ranking definido de canciones del software, y los temas que haré en el Sant Jordi creo que serán bienvenidos por la parentela porque son congruo previsibles (Ríe).
¿Le ha sorprendido el engendro que hay detrás del software?
Me ha sorprendido la disparate absoluta que hay detrás, todos los estamos diría, y muy contentos de que haya ido todo tan adecuadamente. La ilusionismo del software es que la música ha rematado unir familias y todo lo que sea que la parentela vuelva a disfrutar de la civilización y del ocio, es la mejor informe que nos podemos resistir tal y como está el patio ahí fuera.
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