¡Nueva explosivo!, que escribió Evelyn Waugh. Da igual donde sea el discurso, Donald Trump mantiene sus agravios, sin hacer caso de sus colaboradores o de los intereses del partido.
Lo que empezó como una discurso sobre política, todo acabó en torno a sí mismo y su arrebato contra la comisión del Congreso que investiga el golpazo de Estado fallido que él propició.
El expresidente de Estados Unidos, ayer en Washington
Un rato antiguamente habló Pence, que atacó a Trump porque solo mira al pasado y no se puede existir de quejas
Todo un montaje, según él. Y totalmente injusto cuando se permite que campe el crimen y “no se haga ausencia con otros asaltos”, remarcó.
“Los que me están haciendo es para preservar su poder, son los mismos de la falsedad de Rusia, Rusia. Lo que quieren es hacerme daño y que no pueda trabajar más por vosotros”, dijo.
“Si renunciara a mis creencias, si aceptará quedarme en silencio, en casa, la persecución a Donald Trump acabaría de inmediato”, insistió, palabras que propiciaron los aplausos de un notorio rendido a su causa.
A pesar de ostentar un récord inigualable de mentiras durante su presidencia, no todo lo que dice Donald Trump es desleal.
Aquel 20 de enero del 2021, tras su salida por la puerta trasera de la Casa Blanca, se despidió así: “Volveremos de alguna forma”. Y ha cumplido.
Trump regresó este martes a Washington por primera vez en 18 meses. Dejó una hacienda traumatizada por el intento de golpazo de Estado de unos días antiguamente y volvió, como si no hubiera pasado el tiempo, manteniendo durante todos estos meses el mismo discurso de agravios, basado en conspiraciones. Además continúa apoyando a los insurrectos que ocuparon el Capitolio bajo la consigna que él les dio para revocar por la fuerza el resultado electoral, como se desprende de las investigaciones del comité del 6 de enero.
Trump regresó este martes a Washington por primera vez en 18 meses
El regreso tuvo motivo en una conferencia, de hábitat abierto y de rendición a su figura, montada por el America First Policy Institute, una entidad creada, financiada y liderada por seguidores de Trump y exmiembros de su gobierno.
Era un acto organizado para que el orador realizara “un discurso político” para desarrollar la memorándum del “próximo presidente” de Estados Unidos. A los reunidos en el Marriott Marquis, en la avenida Massachusetts, querían escuchar la confirmación de que Trump entra en la carrera electoral, pero esto no se preveía. Trump, que se hace querer, que aseguran va lunático por determinar lo antiguamente posible su candidatura, se encuentra con las reticencias del Partido Republicano, que temen un impresión pesimista en las elecciones legislativas de noviembre si anticipa ese anuncio.
El expresidente de EE.UU Donald Trump durante la conferencia de este martes en Washington
La hoja de ruta expuesta en la conferencia cuadra a la perfección con el expresidente, del que en la reunión se describió como “el mejor de la historia”. La memorándum está hecha a su medida: escasas regulaciones gubernamentales, más protección al comercio propio, la inflación y por supuesto, el pared con México. Los asistentes, calificados por algunos como “el ejecutante en paciencia”, deseaban que eso sirviese para un discurso de demolición de la Empresa Biden, pero enfocado al futuro.
En las apuestas parecía claro que ninguna hoja de ruta política iba a conquistar que Trump dejara de hacer circular sus mentiras sobre las elecciones de noviembre del 2020.
Según Taylor Budowich, portavoz del expresidente, su intervención se centraría en seguridad pública, la ley y el orden.
Nadie dudó que capitalizaría las vulnerabilidades de su sucesor, pero que podría evitar la fijación en sus embustes para aliviar la derrota electoral. No habló del gran robo, pero su eco resonó en la sala.
Mientras Trump permanece consumido por su falsedad, Pence implora mirar en dirección a delante
En una coincidencia no buscada, el exvicepresidente Mike Pence incluso habló este martes en Washigton, a posteriori de que por problemas meteorológicos se tuviera que diferir el lunes su billete en la Young America’s Foundation.
Tan cerca y tan remotamente. Esta doble intervención del antiguo equipo de gobierno, que acabó como el rosario de la aurora, subrayó el drama en el que se hallan los republicanos, con una parte atrapada en el pasado y otra que otea el horizonte.
Mientras Trump permanece consumido por su falsedad, arrebatado ser el centro del mal en la investigación del Congreso por el ataque al Capitolio, Pence, otro que sopesa optar a la presidencia en el 2024, implora mirar en dirección a delante. “Algunos pueden nominar centrarse en el pasado, pero las elecciones son el futuro”, afirmó Pence, en una severa crítica a su exjefe.
“Para percibir, los conservadores necesitamos hacer más que despellejar y quejarnos”, recalcó.
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