En julio de 1873 una protesta obrera para exigir mejores salarios y denunciar las nefastas condiciones de vida en las fábricas se expande por Alcoi, una ciudad fuertemente industrializada, poblada y reivindicativa donde ya había prendido, décadas antes, el movimiento ludita y se habían producido importantes huelgas.
Lo que empezó como un acto de solidaridad tras el obturación de un molino se convierte en una gran huelga que acaba con 16 muertos tras dispersar las autoridades a tiros a los manifestantes que se agolpaban en las puertas del Junta. Un baño de mortandad y una válido represión en forma de calabozo y condenas sin pruebas satisfecho de mitos y leyendas. Fue la indicación Revolución del Petróleo considerada por la historiadora argentina Clara E. Lida como "el sublevación trabajador más importante del siglo XIX”.
Como abriles a posteriori dirá el escritor e hispanista inglés Gerald Brenan: “Por primera vez, un asociación que no formaba parte de la iglesia, ni del ejército, ni de la clase mediana, se había manifestado como revolucionario”.
Los obreros trabajaban 10, 12 y hasta 18 horas diarias por 2 pesetas de la época; las mujeres hacían la misma viaje, pero cobraban la fracción y sus hijas e hijos, desde los 6 abriles, la fracción de la fracción. Vivían amontonados en porquerizas, pasaban deseo y sufrían enfermedades infecciosas frecuentemente. Uno de cada tres niños moría antaño de cumplir un año.Alcoi, una ciudad industrial y reivindicativa
Coincidiendo con el 149 aniversario de aquellos hechos que evidenciaron las fuertes divergencias adentro de la izquierda durante la Primera República (1873-1874), se constituyó la semana pasada el Col·lectiu Revolta 1873, con la firme intención de recuperar aquella historia y alejarla de los mitos y mentiras que envolvieron y distorsionaron el percibir de la revuelta.
Diego Fernández, profesor de Historia y miembro del colectivo, ha realizado diversos trabajos académicos respecto a la Revolución del Petróleo y explica a La Vanguardia que, efectivamente, se levantaron barricadas, se asaltaron las casas de los señoritos buscando armas y retuvieron rehenes en una lucha que duró más de de vigésimo horas.
Enfeméride
El Col·lectiu Revolta 1873 se ha constituido con la intención de recuperar aquella historia y alejarla de los mitos y mentiras que envolvieron y distorsionaron la revuelta
Cuenta que fue el propio corregidor republicano Agustín Albors, conocido como Pelletes, quien, tras comprometerse con los manifestantes a intermediar en sus reivindicaciones se reunió con los empresarios y decidió plantar cara a la revuelta -con las armas- mientras pedía al autoridad civil de Alicante que enviara al ejército.
No obstante, llegado el momento y en presencia de la indignación de los obreros que reclamaban a Pelletes que se apartara por su nula contribución al diálogo, el corregidor salió al mirador y disparó el primer tiro.
La tumba del acalde republicano Agustín Albors.
A su señal, los guardias, apostados en el campanario, cuenta el historiador, dispararon contra los manifestantes: hubo dos muertos y varios heridos. Empiezó entonces la revuelta indicación del petróleo puesto que, para evitar la huida de las autoridades derribando una de las paredes del Junta, los obreros incendiaron con petróleo parte de las casas colindantes.
El nombre
Se conoce como la Revolución del Petróleo puesto que se quemaron con petróleo las casas contiguas al Junta para evitar la huida de las autoridades
Pese a que hubo violencia, en uno de sus trabajos Fernández narra que no se produjo esa “repugnante orgía de crímenes y devastación”, que el ministro de Gobierno de la República Eleuterio Maisonnave describió durante una intervención en las Cortes Generales el 12 de julio de 1873.
“A su imaginación debemos buena parte de los manidos tópicos que han llegado hasta nuestros días: el protagonismo de los agentes extranjeros, las víctimas quemadas vivas, las violaciones a monjas, la cercenamiento de guardias civiles, los curas ahorcados en farolas, los concejales arrojados vivos y muertos desde el mirador y, por supuesto, el calvario del corregidor”, describe Fernández.
Los documentos que existen sobre los hechos y el proceso legal posterior.
Unas creencias, explica Fernández, que justificaron la represión contra los obreros sublevados. Hubo centenares de trabajadores detenidos y más de 700 fueron acusados de sedición. Muchos acabaron en la prisión del castillo de Santa Bárbara. "Pero las represalias no acabaron aquí, los dueños de las fábricas aprovecharon la coyuntura para disminuir más los salarios", cuenta el profesor de Alcoi.
El tráiler de la Revolución del Petróleo. 
Para aclarar todas las falsedades y explicar el trasfondo que promovió el sublevación trabajador más importante del siglo XIX, el Col·lectiu Revolta 1873 ha empezado a elaborar un cortometraje que servirá para conmemorar, el año que viene, el 150 aniversario de la celebración que se completará, en colaboración con otras entidades sociales y educativas, con exposiciones, rutas teatralizadas, charlas, obras divulgativas, unidades didácticas, cursos de formación y “una gran fiesta petrolera coincidiendo con el aniversario”.
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