El 17 de enero del 2019 Josep Maria Bartomeu se plantó en Amsterdam para encontrarse con Frenkie de Jong. Viajó todavía toda la cúpula deportiva de ese momento pero la presencia del presidente del Barcelona entre los emisarios impresionó al deportista. Le hizo comprender el valía importante que tenía para el Barcelona su fichaje. Ahí mismo se selló el acuerdo. El Barça había destacado en la última curva al PSG y al City. Se pagaron 75 millones más 11 en variables al Ajax pero nadie tuvo dudas. Los blaugrana habían anudado al medio del futuro. Tenían un cerebro para una término.
Flashforward . Avance rápido.
Julio del 2022. Estados Unidos. Excursión de los blaugrana. La cúpula deportiva del Barcelona tiene una conversación con De Jong, de 25 abriles, en la que se le explica que es un futbolista que encanta a la directiva y a los técnicos pero cobra mucho. Le detallan que posteriormente de la renovación de octubre del 2020 con Bartomeu –que dimitiría una semana posteriormente–, prácticamente duplica este curso el sueldo que firmó inicialmente.
Duplica lo firmado en 2019
Ni siquiera la Premier, la cinta más rica, puede igualar el sueldo que el deportista tiene asegurado hasta el 2026
– Hablad con mi agente –se limita a reponer el futbolista.
Exactamente las cuatro palabras que nunca quieren oír los secretarios técnicos.
En tres temporadas, Frenkie de Jong ha pasado de crear unanimidad a estar en el ojo del huracán, de ser un pilar preceptor del tesina a convertirse en una papa caliente, y todo ello sin dejar de ser titular con los cuatro entrenadores que ha tenido en el Camp Nou (Valverde, Setién, Koeman y Xavi) pero sin hacerse indispensable con su pernio.
El mediocentro sigue siendo Busquets
No ha dejado de ser titular con los cuatro entrenadores que ha tenido en el Camp Nou pero sin hacerse indispensable
En aquella reunión definitiva en Amsterdam para terminar de seducirle, a De Jong se le explicó un tesina que no acabó de reflejarse. Acostumbrado a desafiar en el doble pivote con Ten Hag, se le comentó que en al principio conviviría con Busquets, que aprendería de él y que luego el puesto de orientador sería para él. Sin requisa, Busquets, con 34 abriles, sigue siendo el propietario de la posición y es el preferido de Xavi. Por contra, el técnico de Terrassa pide a los interiores que reciban en tres cuartos de campo y ahí las conducciones que son la marca registrada de De Jong es casi difícil verlas. En pretemporada, solo ha sido titular una vez.
“En la selección el pernio se me ajusta mejor. Me gusta ser el primer deportista en percibir el balón de los defensores”, razonó en junio tras vencer 1-4 a Bélgica.
Las formas no han gustado
Al medio le ha molestado la carta del club cuestionando la moralidad de su pacto coetáneo
Desde el principio del verano, el holandés estaba con la mosca detrás de la oreja de que el club intentaba ponerlo en el mercado pese a que él y su pareja han acostado raíces en la hacienda catalana. La tensión fue en aumento cuando el Barcelona llegó a un acuerdo para traspasarlo al Manchester United por 75 millones más 10, con lo que el Barça recuperaba su inversión y se ahorraba el salario. Pero De Jong se cerró en lado.
La misma respuesta negativa se ha llevado el Chelsea –que sí que disputa Champions– cuando ha intentado acercarse al medio, que no está dispuesto a perder nivel adquisitivo. Ni siquiera la Premier League, la cinta más rica del mundo, se acerca al sueldo que Frenkie tiene asegurado hasta el 2026 en el Barcelona.
La renovación de 2020
"Es difícil de creer que tantos profesionales y de diversos ámbitos revisaran el pacto y nadie se diese cuenta de que era delictivo", defienden desde la susodicho grupo
La carta que ha recibido su agente –y que según el club recibirán todavía Ter Stegen y Lenglet–, en la que le comunicaban que la renovación del 2020 podría tener indicios delictivos no ha sentado nulo admisiblemente.
En ese sentido, fuentes de la grupo de Bartomeu puntualizan que el pacto fue revisado por los servicios jurídicos del club, lo supervisó Ernst & Young y todavía LaLiga dio el manido bueno. “Es difícil de creer que tantos profesionales y de tan diversos ámbitos revisaran el nuevo pacto y nadie se diese cuenta de que fuese delictivo”, se defiende desde el entorno del expresidente mientras De Jong, a desatiendo de 22 días para el candado del mercado, se mantiene firme, sin ceder ni un milímetro. Como en esas jugadas con las que enamoró al fútbol. Como la que acabó en el 6-0 del Gamper, gol que al punto que celebró. Rizo.
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