Jaume Plensa ha supervisado hoy la instalación de las puertas que lucirá el Liceu a partir de setiembre coincidiendo con el retorno de la actividad operística. Bautizadas con el nombre Constal·lacions pretenden ser un homenaje a Joan Miró, cuyo baldosa Pla de l’Os se despliega acordado al frente en el pavimento de la Rambla.
El montaje ha llamado la atención de los paseantes que durante el día pudieron curiosear los trabajos de colocación de las tres rejas de hoja inoxidable que pesan media tonelada cada una y que permanecerán ocultas tras una lienzo hasta el día de la inauguración.
Plensa incluso ha querido resaltar en esta obra, que suma un nuevo atractivo en la Rambla, la disparidad del paseo con la presencia de saber de hasta nueve alfabetos distintos (difícil, hebreo, latín, cirílico, árabe, tamil, hindi, chino y japonés), que aparecen entrelazadas.
La instalación se ha efectuado respetando la presencia histórica del Liceu, obra del arquitecto Oriol Mestres, que no se ve afectada por la incorporación del nuevo tipo. Cuando el gran teatro reinicie la actividad, las puertas permanecerán abiertas durante el día y proyectarán un insinuante articulación de sombras. En cambio, se cerrarán por la oscuridad.
Con las rejas del reputado cincelador, el Liceu incluso pretende solucionar los problemas de seguridad que pueden acaecer puntualmente en el porche del templo operístico en horario noctívago, protegiendo su entrada.
La primera cita del Liceu en setiembre llegará con Gustavo Dudamel el día 20, que dirigirá la 'Novena sinfonía' de Beethoven con la Comparsa de la Opera Doméstico de Paris. La ópera llegará un día luego con el estreno de Don Pasquale de Donizetti.
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