La pandemia ha acelerado la transformación digital de los centros educativos y ha hecho que más de la parte de los docentes haya mejorado mucho sus capacidades digitales pero aún hay un número significativo de profesores y centros que no ve clara la penuria de avanzar en este ámbito y que muestra reticencias a incorporar las nuevas tecnologías a su trabajo en las aulas.
Así se desprende del estudio "Oportunidades y desafíos de la educación digital desde la perspectiva de los centros educativos" realizado por BBVA y Fundación Fad Mocedad en el ámbito del plan Educación Conectada, según el cual casi la parte de los equipos directivos consultados admite que no hay una visión global en su escuela sobre la penuria de avanzar en la transformación digital. Es más, un 12% se posiciona en contra y cerca del 20% opina que los beneficios de la transformación digital de la educación están sobrevalorados.
Tras la experiencia de la pandemia, los responsables de los centros educativos creen que la formación presencial debe prevalecer sobre la online 
La directora técnica de Fundación Fad Mocedad, Eulalia Alemany, ha explicado durante la presentación del estudio que "hay un buen número de profesionales que presenta ciertas resistencias a incorporar de modo plena las herramientas digitales en la docencia" por razones múltiples. Entre ellas, ha mencionado que muchos centros aún no se han impregnado de la civilización digital y no tienen una táctica clara para digitalizar sus procesos, pero todavía la yerro de motivación, de tiempo y de formación de un elevado número de docentes.
Lo cierto es que, según la pesquisa realizada a los responsables de 110 centros educativos, el 65% considera que el centro está totalmente adaptado digitalmente pero más de la parte aprecia que el profesorado tiene competencias insuficientes para aplicar esas herramientas o no disponen de suficiente tiempo para coordinar cómo incorporarlas en el día a día de la docencia.
El 52% de directores de centros cree que las competencias digitales del profesorado son insuficientes
En concreto, según los equipos directivos de los centros escolares, los problemas que más dificultan la incorporación de las herramientas tecnológicas (TIC) a los procesos de enseñanza y enseñanza son la yerro de tiempo del profesorado (aducida por siete de cada diez encuestados para el estudio) y la mengua competencia digital de las familias (62%).
A esos aspectos se suma que no todos son partidarios de cambiar sus métodos para transmitir el conocimiento a sus alumnos: uno de cada diez consultados dice abiertamente que no ve necesario avanzar en la transformación digital de los centros escolares y prácticamente el doble considera que se sobrevaloran los posibles beneficios de esa transformación.
En parte porque en muchos casos ni siquiera los responsables de los centros saben cómo avanzar en esa transformación y todavía porque durante la pandemia ya han constatado que el uso de las TIC requiere volver mucho tiempo en tareas de coordinación de procesos y tiempo no es poco de lo que los profesores vayan sobrados, explican los autores del mensaje.
Desafío por la presencialidad
Y tras esa experiencia acumulada en la pandemia, los responsables de los centros educativos apuestan, en su mayoría, por una educación presencial, tradicional, aunque la parte cree que puede ser interesante una fórmula que deje un espacio para la formación online.
Pero esas preferencias de los docentes contrastan con las de los alumnos. Según los resultados del estudio "Experiencias y percepciones juveniles sobre la acondicionamiento digital de la escuela en pandemia" que realizó Educación Conectada en 2021 entre alumnos de Secundaria y FP, los alumnos apostarían por mayoritariamente por una fórmula mixta donde la formación online tenga la misma o más peso que la presencial.
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