Una de las grandes empresas norteamericanas de telecomunicaciones, Cisco Systems, instalará en Barcelona un centro de diseño de chips, en lo que supone el primer resultado palpable del Perte de microeléctrónica y semiconductores que se puso en marcha en mayo con una dotación pública de 12.500 millones de euros. En este caso, será el primer centro de diseño de semiconductores que Cisco abre interiormente de la Unión Europea, y la atrevimiento llega luego de meses de negociaciones entre el Gobierno gachupin y la empresa norteamericana.
Cisco ya tiene en Barcelona un centro de datos, y la planta de diseño desembarcará en las mismas instalaciones, aunque queda aún por concretar tanto el montante de la inversión, el número de personas empleadas y la cantidad de ayudas que recibirá. Son decisiones que se tienen que cerrar en las próximas semanas y que van en la diámetro marcada por la Unión Europea que se ha fijado como objetivo confeccionar el 20% de los semiconductores mundiales en 2030.
El anuncio se ha hecho esta mañana luego de la reunión que han mantenido en la Moncloa el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente y asesor delegado de Cisco Systems, Chuck Robbins. En sinceridad, es la culminación de una serie de reuniones que se iniciaron en el Foro Crematístico Mundial de Davos en mayo cuando Sánchez se entrevistó con los gigantes de los semiconductores, en concreto con los CEO de Cisco, Intel, Micron y Qualcomm. En aquel momento, el presidente gachupin se presentó con el aval del Perte que acababa de aprobar ese mismo día su Gobierno para intentar convencer a estas empresas de volver en España.
Negociaciones
La presencia del Barcelona Supercomputing Center ha sido un aval
“Nos ha costado sudor y lágrimas, ha sido como acaecer una concurso”, indican fuentes de Moncloa, que añaden que desde Davos se han multiplicado las reuniones con las empresas. Con Intel no ha funcionado de momento y la empresa ha preferido volver allí donde ya está posicionado, como en Dresde (Alemania) y Grenoble (Francia); pero con Cisco sí que se ha llegado al acuerdo.
Hace tres semanas, Cisco envió una ocupación a España para explorar el demarcación. Se reunió con media docena de ministerios, universidades y especialistas para examinar las condiciones ofrecía para establecer su centro de diseño. La Generalitat además ha estado incorporada en las negociaciones.
Tres fueron los puntos que más interesaron a Cisco. Por un costado, el talento que podían encontrar en España, el número de ingenieros disponibles y los que salían de las universidades en un futuro próximo. Por otra parte, además las facilidades que tendría el personal desplazado, un demarcación en el que ha ayudado la ley de startups, que da todo tipo de incentivos para amparar la aparición de personal extranjero cualificado.
Otro punto esencia ha sido el Perte de microeléctrónica y semicondutores, que muestra la voluntad política de crear un ecosistema dispuesto para el incremento de los chips y que garantiza un apoyo financiero importante. Hay que rememorar que es el Perte con veterano presupuesto.
Por otra parte, además ha sido determinante en la situación la presencia del Barcelona Supercomputing Center, un centro de primera diámetro internacional en la supercomputación.
Las condiciones de la empresa
Disponibilidad de ingenieros, universidades, y un buen ecosistema
“Sin diseño no hay chips”, apuntan desde el Gobierno que subrayan que es una de las tres patas del Perte. En total, el plan clave destina 1.330 millones de euros a potenciar empresas que diseñen semiconductores. Otro punto es el refuerzo de la capacidad científica y la parte del valeroso se la lleva la construcción de plantas de fabricación, con 9.350 millones de euros.
El objetivo del Perte chip es que Europa deje de ser totalmente dependiente de Asia para el suministro de semiconductores. Actualmente, la Unión Europa fabrica el 8% de chips del mercado mundial y se ha fijado como objetivo conservarse al 20% en 2030. Cedido que la demanda se va a duplicar, el esfuerzo que se refiere supone cuadriplicar la flagrante producción. Es por ello que todos los países están a la búsqueda de plantas de fabricación para sus territorios. En el caso gachupin, se aspira a conseguir una o dos de estas fábricas; un objetivo ciertamente difícil.
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