Cómo cambiar los tiradores de un cajón paso a paso

Ni la pintura ni el barniz, carencia más sencillo para darle un cambio radical al aspecto de un mueble que ya te tiene fastidiado o no termina de encajar con el resto de la estancia. Nunca hay que subestimar el poder estético de los tiradores. Estos instrumentos, que cumplen tanto con una función de diseño como de practicidad, son capaces de modificar por completo el estilo de un cajón. De clásico a innovador, de romántico a industrial, de minimalista a retro. Serán los encargados de aportar una personalidad u otra a un mueble.

Adicionalmente de representar una mínima inversión, una de sus principales ventajas es que la instalación es rápida y sencilla. Al contrario de lo complicado que puede ser pintar un mueble inalterable, encima del tiempo que implica tal proceso, o incluso aventurarse en otras labores más ambiciosas, como decapar un mueble de madera. Para cambiar los tiradores de un cajón o armario tan solo necesitarás unos minutos.







Así podrás cambiar los tiradores de los cajones

Antiguamente de ponerse manos a la obra hay que identificar de qué tipo de tirador se comercio, ya que pueden presentar variaciones en lo que respecta a su sistema de instalación. Aunque principalmente esto tendrá que ver con tratarse de uno de tipo pomo o acertadamente de asas.



El primer paso, claro, consiste en retirar los tiradores actuales del mueble. Para ello solo hará desatiendo un destornillador que permita desenroscar los tornillos desde el interior.







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A continuación, se introducen los tornillos de los nuevos tiradores —aunque asimismo se puede acudir a los de los anteriores—. En este punto junto a destacar que existe la posibilidad de tener que acortarlos, con la ayuda de unos alicates, para que se ajusten al dimensión del cajón. A menudo, los tornillos suelen presentar una serie de muescas que facilitan la tarea de enterarse por dónde cortarlos.







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Lo posterior será enroscas los nuevos tiradores en los tornillos y azuzar estos para que queden fijos. Aunque se tiende a forzar el mayor de presión para que no se muevan, no es lo aconsejable, ya que se podría perjudicar al material de los tiradores o al del propio mueble a causa de la tensión.



Esta será la fórmula standard para instalar unos tiradores nuevos y servirá para los de pomo y para los de asas. Lo único que hay que tener en cuenta con respecto a estos últimos es que, antiguamente de obtener unos como sustituto a los actuales, resultará fundamental valorar la distancia entre uno y otro tornillos —para ello habrá que retirar los tiradores—. De esta forma se podrá examinar qué tamaño hay que agenciárselas para que encajen con el mueble en cuestión.

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