Los representantes del personal del Bandada Central Europeo (BCE) están decepcionados de que un aumento salarial planificado no compense la inflación que actualmente es cinco veces el objetivo oficial del 2%. El sindicato del BCE, conocido como Ordenamiento Internacional y Europea de Servicios Públicos, o IPSO, quiere modificar un aumento salarial del 4,07 que entrará en vigor en el 2023 y que sigue a un aumento del 1,48% para el 2022, menos de la centro de inflación de Alemania, informa Bloomberg.
“No estamos contentos” con la propuesta, ha comentado a la citada agencia Carlos Bowles, vicepresidente de IPSO. “Poliedro que la inflación en Alemania y la eurozona probablemente rondará el 8,5% este año, significa una pérdida sustancial en el poder adquisitivo”. Si los salarios reales son más bajos que el año precursor, ha añadido, “esto está dañando la casto de los trabajadores y incluso su confianza en torno a la institución”.
El mensaje oficial
Lagarde predica que una hélice de auges salariales sería contraproducente para el devenir de la patrimonio
La fricción se produce cuando los funcionarios del BCE examinan la patrimonio en común en rastreo de signos de precipitación del crecimiento de los salarios, poco que podría apoyar elevada la inflación sin precedentes en la zona euro durante más tiempo. La presidenta de la entidad, Christine Lagarde, afirmó el mes pasado que los aumentos salariales se están "recuperando", y advirtió que una hélice de precios y salarios resultaría "contraproducente" y obstaculizaría la capacidad productiva de la patrimonio.
Bowles, por su parte, señala la investigación del personal del FMI de que un crecimiento salarial nominativo más rápido no es "necesariamente una señal de que se está afianzando una hélice de salarios y precios".
El BCE no es el único costado central donde la compensación del personal ha acaparado los titulares. Los empleados del Bandada Central de Brasil realizaron huelgas este año a causa de sus salarios, mientras que los escasos avances en la alivio de las remuneraciones resaltan el desafío que enfrentan los funcionarios del Bandada de Japón para reactivar la inflación y la patrimonio.
Si correctamente los salarios en Europa están aumentando en medio de un desempleo récord, los trabajadores no han podido compensar por completo el aumento de los costos de vida. El sindicato teutónico IG Metall llegó a un acuerdo histórico con la patronal para aumentar sus salarios un 5,2% el próximo año y un 3,3% en el 2024, adicionalmente de los pagos de bonificaciones libres de impuestos.
Pero Lagarde no da, por ahora, su padrino a torcer a pesar de que el sindicato del personal del BCE ha tratado anteriormente de vincular los aumentos salariales a los precios al consumidor. Su solicitud fue rechazada y la presidenta aseguró en mayo que los ajustes deben ser "razonables". Bowles rechaza la metodología del BCE para calcular los aumentos salariales que se friso en la progreso de los bancos centrales nacionales de la zona del euro y otras instituciones de la Unión Europea. Asimismo ha señalado posibles vías de compromiso.
“Al menos queremos una negociación sobre nuestros salarios, pero el BCE no está extenso a eso”, ha insistido a Bloomberg y ha asegurado que la institución siquiera está dispuesta a aprobar propuestas no financieras como días adicionales de ocio de fin de año. “Si el BCE continúa rechazando un enfoque departamento para encontrar un compromiso, tendremos que considerar acciones de protesta a principios del próximo año”, ha amenazado Bowles.
Un portavoz del BCE se ha obtuso a comentar sobre las solicitudes del sindicato y ha dicho que el proceso del costado central "sigue una metodología predefinida" y "refleja la dinámica salarial de las instituciones comparables" mientras se aplica a "todo el personal".
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