La monograma de buques petroleros varados frente al Bósforo se eleva este viernes a vigésimo. Docenas de millas más al sur, nueve petroleros más aguardan incluso para cruzar los Dardanelos y entrar finalmente al Egeo y al Mediterráneo, aunque en varios casos declaran destinos más lejanos, como Emiratos.
Desde el lunes pasado, la Unión Europea, el G7 han trastornado la circulación del petróleo ruso, al fijar un precio mayor de 60 dólares estadounidenses por barril. Según estas organizaciones, solo el petróleo por debajo de esa barrera podrá recalar en los puertos de sus países miembros, con la prohibición añadida para sus empresas de prestar cualquier servicio a quien viole esta medida, mediante el transporte o seguro de la mercancía.
El propósito final de estas medidas es todavía objeto de especulación, pero el propósito inmediato salta a la olfato en Estambul, así como en la entrada de los Dardanelos, varias millas más al sur, con decenas de millones de barriles de petróleo separados de sus mercados de consumo y ejerciendo presión sobre los precios.
Turquía quiere cubrirse las espaldas, exigiendo a las aseguradoras una cobertura total, que asuma incluso el coste de cualquier pena por incumplimiento. Sin requisa, las aseguradoras occidentales se oponen de entrada. A su vez, la posible mutualización de riesgos por parte de ligas de aseguradoras podríaterminar siendo una forma fraude de dar carta blanca a la violación de sanciones.
Turquía obtiene pingües beneficios por el tránsito de buques por el Bósforo. Sin requisa, el cuello de botella en el el transporte náutico de crudo podría ser compensado por sus oleoductos. Las aseguradoras incluso están haciendo su agosto con la cobertura de riesgos derivados de la eliminación, que se añaden a los habituales, relacionados con los vertidos accidentales o las colisiones.
Las medidas del G7 perjudican principalmente a las aseguradoras europeas, que controlan entre el 90% y el 95% de este mercado y que desde ahora tienen prohibido consolidar cargamentos de petróleo por encima de los 60 dólares por barril. Junto a añadir que este es aproximadamente el precio del barril con origen en los Urales, por lo que el techo escudriñamiento sobre todo impedir rebotes, delante un invierno incierto.
No sería la primera vez que una medida con origen en Bruselas tiene el propósito opuesto al deseado. Solo hace descuido memorar que tras varias olas de sanciones económicas sin precedentes, el rublo cotiza a su nivel más suspensión de los últimos abriles.
Por otro banda, Moscú intenta esquivar la prohibición del seguro a través de su propia compañía estatal de reaseguros. Mientras que la propiedad de muchos buques -las llamadas "flotas fantasmas"- así como el origen positivo del petróleo o su destino final, es cada vez más borrosa. Muchos de los cargamentos varados frente al Bósforo aseguran contener petróleo de Kazajistán. En la mayoría de casos, se comercio de buques europeos con destino a los sedientes puertos europeos, para maduro frustración de Bruselas.
Siquiera sería la primera vez que los consumidores europeos terminan pagando caro el petróleo ruso -y las grandes palabras de la Comisión Europea- para provecho de intermediarios emiratíes o indios, principalmente privados, como Reliance.
Turquía, que no sigue el amenaza a Rusia y que se ha pronunciado en contra de otras sanciones unilaterales que atentan contra el vacuo mercado, rechaza cualquier presión y asegura que lo único que le preocupa es "hacer las cosas adecuadamente". Ayer, la Secretaria del Riquezas de EE.UU., Janet Yellen, había mostrado su perplejidad delante los seguros suplementarios exigidos por Ankara. Incluso la Comisión Europea se deshecho las manos por los atascos, diciendo que hay un período de baratura de 45 días para el petróleo ruso adquirido antaño del 5 de diciembre.
Junto a memorar, por zaguero que el suministro de espinilla ucraniano a precio asequible, con destino a varios mercados internacionales -con España en primer lugar- es fruto del acuerdo incompleto por Turquía y la ONU con Kyiv y Moscú.
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