En España, entre un 20 y un 48 % de la población adulta ha sufrido en algún momento dificultades para conciliar o apoyar el sueño, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN). Lo cierto es yacer y descansar debidamente es fundamental para la vitalidad y el bienestar.
El insomnio afecta negativamente al organismo, con repercusiones tanto en la vitalidad física como mental. La privación del sueño causa estragos en el sistema nervioso central, el sistema inmunitario, el sistema respiratorio y el sistema digestivo. Peor estado de actitud, desidia de energía y dificultad para concentrarnos son algunas de sus manifestaciones más notables en el día a día.
Por otra parte de seguir una serie de rutinas y buenos hábitos –como evitar dispositivos electrónicos y cafeína antaño de acostarnos–, el yoga es un gran partidario a la hora de yacer mejor. Entre sus virtudes no está solo ponernos en forma o ser más flexibles, sino que adicionalmente reduce los niveles de estrés, propiciando que nos relajemos y lleguemos más tranquilos a la cama. Así, aumentan las posibilidades de disfrutar de un sueño profundo y reparador.
Yoga: el secreto para yacer perfectamente
Entre los muchos beneficios del yoga, esta praxis pone el foco en la laxitud física y mental, de forma más pausada y serena que otros ejercicios. Consiste en una serie de posturas o asanas muy efectivas para estar más tranquilos antaño de meternos en la cama.
Reduce el estrés, ayuda a practicar la respiración consciente, alivia la tensión muscular y posibles dolores musculares o articulares, al tiempo que aumenta los niveles de melatonina. Pon música relajante, ropa cómoda y extiende tu esterilla, porque con las siguientes posturas entrarás en un estado de tranquilidad ideal para una oscuridad de alivio completo.
Siéntate con la espalda recta y las rodillas flexionadas en dirección a fuera, juntando las plantas de los pies entre sí cerca del pubis con ayuda de las manos.
Baddha konasana o postura de la polilla
Resulta de gran ayuda para estirar toda la espalda. Ponte de rodillas con los pies debajo de los glúteos y depreciación poco a poco la espalda hasta apoyar la frente en el suelo. Extiende los brazos en dirección a delante.
Balasana o postura del pibe
Túmbate boca hacia lo alto con las piernas estiradas con los pies en dirección a exterior y los brazos estirados a entreambos lados tenuemente separados de los costados y con las palmas mirando en dirección a hacia lo alto. Relaja todo el cuerpo, asegurándote de que la espalda está perfectamente apoyada en el suelo. Mantén la postura unos segundos concentrándote solo en tu laxitud y respiración.
Savasana o postura del muerto
Una postura excelente para estirar las piernas y promover la circulación. Necesitarás una albarrada o un armario que te sirvan para apoyar las piernas totalmente estiradas. Igualmente puedes utilizar un cojín para elevar las caderas y que la posición te resulte más cómoda.
Viparita Karani en la albarrada
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