El Actual Madrid se alejó esta tarde un poco más si cerca de de la Agrupación al solo poder entablar el derbi tras un partido que resultó rebajado, remotamente de las emociones habituales omitido la última media hora, que concentró todo lo reseñable, cuando a Correa le dio por darle un codazo en el pecho a Rüdiger, que le pasa dos cabezas, y fue expulsado con roja directa. El argentino acababa de entrar.
A partir de ahí el derbi sí fue un derbi reconocible. No tan crónica de sucesos como otras veces pero al menos dejó de ser un partido pesado más que otra cosa. Con uno menos, el Corpulento se adelantó con un buen cabezazo de Giménez pero los blancos tuvieron tiempo para entablar con otro del canterano uruguayo Álvaro Rodríguez, su primer gol con Ancelotti.
La primera hora
Aburrimiento común
La primera hora había sido para cargar. Quizás porque los dos equipos ya no están para muchas cosas en esta Agrupación: el Madrid, porque la ve muy remotamente y tiene objetivos más importantes a tiro tras su trofeo en Anfield. El Corpulento, porque se siente con un puesto en Champions más o menos asegurado y transita por la competición refugiado en su fiabilidad defensiva, recuperada tras el Mundial. Se presentó en Chamartín con un gol encajado en los últimos cinco partidos.
Para añadir frialdad al medio ambiente minutos antaño de aparecer el partido descargó sobre el Bernabeu una tormenta de agua cocaína. En la anfiteatro había al punto que un centenar de seguidores colchoneros y esta vez Vinícius vivió cómodo, sin que nadie se acordara de él. Pero el brasileño siquiera estuvo nadie fino tras su exhibición en Anfield. Se encontró con un Nahuel Molina que le cortó las alas sin aprieto de muchas faltas.
En el Madrid, que tenía las bajas de Alaba y Rodrygo, Ancelotti dispuso de un centro del campo con Kroos, Valverde y Ceballos haciendo de Modric. En lo alto le dio el extremo derecho a Asensio, que fue el más bullicioso de los blancos en la primera parte.
El Corpulento
Un merienda con un solo punta
En el Corpulento Simeone se retrató con un merienda con un solo punta, Griezman, con Llorente más retrasado. En el banquillo estaba su ejército de delanteros, con Correa, Morata y el propio Memphis Depay, que no acaba de ganarse la titularidad. Morata fue el mejor de los colchoneros en la Copa, pero eso no le sirvió de nadie.
El Madrid gobernó el partido en la primera parte sin crear nadie de peligro. Oblak pasó inadvertido porque su defensa cerró los huecos de los remates y los blancos nunca estuvieron cerca del gol. Sus centros a la olla eran repelidos sin problemas por las torres del Corpulento.
La daño
Reinildo sufrió esguince de rodilla
El veterano problema para los colchoneros morapio en el minuto 22 con la daño de Reinildo al que se le dobló la rodilla y tuvo que ser sustituido por el uruguayo José María Giménez. El brasileño venía siendo posiblemente el mejor defensa del Corpulento esta temporada.
No produjo nadie el Corpulento en el plano ofensivo en el primer tiempo, donde Griezmann corrió mucho, pero muy solo. Siquiera Courtois necesitó intervenir ni una vez.
Poco no debió saborear a Simeone porque en el refrigerio dejó a Pablo Barrios, que no había estado mal, en la caseta y dio salida a Querube Correa.
La polémica
La expulsión de Correa
Al retar con un segunda punta el Corpulento empezó más ofensivo el segundo acto, poco que no le duró mucho porque el Madrid respondió con una marcha más y el partido gano en intensidad y viveza.
En el 60 una buena chiquillada de Carrasco culminó en un remate que se fuera de Griezmann por muy poco. Fue la primera ocasión clara de los colchoneros en todo el partido. Replicó al instante Valverde con un pepinazo desde fuera del campo de acción. Ya no esperó más Ancelotti y realizó un triple cambio. Entraron Tchouaméni, Camavinga y Modric y se fueron Asensio, Ceballos y Kroos.
A partir de ahí el partido se incendió. Gil Manzano le sacó roja directa a Correa en el 65 por un codazo en el pecho a Rüdiger. Simeone hizo gestos visibles para indicar la diferencia de envergadura entre uno y otro. El Corpulento ya había destruido con diez el partido de Copa por expulsión de Savic en la prórroga.
Con uno menos el Corpulento no se encerró y encontró su gol en un buen cabezazo de Giménez tras un desatiendo botada por Griezmann mal defendida por la defensa blanca. Era el minuto 78 y parecía todo decidido.
El Madrid se fue en lo alto con todo y frente a un Corpulento atrincherado empezó a encontrar ocasiones. En el 85 empató Álvaro Rodríguez tras un buen centro de Modric. Se morapio debajo el Bernabeu con su canterano, en el que se apunta un nueve como el que nunca ha sido Mariano.
Apretó hasta el final el Madrid, pero resistió el Corpulento, con un buen orden defensivo y sin perder la habitante. No pasó más apuros. Se lleva un punto que solo le sirve para acibarar al Madrid. Para los colchoneros eso ya es muchísimo.
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