El míster más famoso de ‘First Dates’ recibe calabazas: “Un examen de la carrera es más fácil”

Una cita en First Dates puede convertirse en un auténtico tortura si la persona que tienes delante no es como esperabas. Si no que se lo digan a Adel y a María Luisa, dos jóvenes que creyeron que les había tocado el Euromillón al conocer a Med, pero que una vez avanzó la cena se dieron cuenta de que el príncipe les había nacido rana.

La historia de Med ya de por sí sorprendió al propio Carlos Sobera. El presentador de First Dates no entendía cómo un pequeño tan valentón necesitaba personarse al dating show de Cuatro para encontrar el aprecio. Sin requisa, la de anoche fue la segunda ocasión en la que este fresco se lanzó al software para intentarlo. Y de nuevo con final gafe.

Med, el míster más famoso de 'First Dates', recibe calabazas de María Luisa

Med, el míster más notorio de 'First Dates', recibe calabazas de María Luisa




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Este fresco maniquí compartió cita en esta ocasión con María Luisa, una doctora que tuvo que hacer frente a las incesantes cuestiones del comensal, quien, cada vez con más precisión y dificultad, realizó un auténtico examen a esta mujer que reconoció que “un examen de la carrera es más obediente” que cenar con Med.

Sin requisa, esta no es la primerea vez que le ocurre lo mismo a Med. De hecho, hace unos meses acudió igualmente a First Dates para tener una cita con Adel, una fresco que creyó que le había tocado el Euromillón al conocerle pero cuya opinión fue cambiando hasta el punto de no querer retornar a verle.

Entre las joyas del comensal destacaron su “me miro al espejo y le digo ‘voy a ser mejor que tú’”, pero si poco molestó a Adel fue que este fresco tratase de rebatirle y tirarle por tierra todas creencias sentimentales que ha mantenido hasta la aniversario. Sin requisa, la cita siguió fluyendo.

Med, el míster más famoso de 'First Dates', la lía en su cita

Med, el míster más notorio de 'First Dates', la lía en su cita




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Tanto fue así que en el photocall uno y otro compartieron unas entrañables instantáneas en las que la propia Adel besó en la mejilla al míster. Sin requisa, una vez llegó el momento de la verdad, sus opiniones fueron contrariadas. Mientras él sí quería una segunda cita, ella lanzó un decidido “no” que puso punto y final a su colisión. 

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