Las tortugas son animales silvestres que se vuelven más vulnerables fuera de su hábitat natural. Su caparazón es una zona especialmente delicada, por lo que es imprescindible someterlas a una serie de cuidados para avalar su conversación. La luz solar, la viandas y, por supuesto, la higiene, son determinantes para amparar sana a tu tortuga.
Factores que influyen en su cuidado
La luz natural es necesaria para que las tortugas puedan sentirse a sabor. Procura, si tienes un ejemplar terrenal, que disfrute de un entorno seco comparable al de su hábitat natural. El contacto con los rayos del sol será benéfico para conservar su caparazón, así que puedes soltarla por el edén o una zona exógeno cuando haga buen tiempo. Las tortugas de agua necesitan asimismo salir de vez en cuando del pecera, por lo que puedes dejarla independiente sin temor y servirse para limpiarlo.
Una buena viandas incidirá asimismo en el cuidado del caparazón de tu tortuga. Las terrestres son vegetarianas y prefieren la comida desmenuzada, varias tomas al día por su sosegado asimilación y alimentos ricos en calcio y en fósforo como las espinacas, las acelgas o la lechuga. Las de agua, no obstante, son omnívoras y cuanto más variadas sean sus raciones, ¡mejor!
Pulcritud de mantenimiento
La higiene en el caparazón es fundamental para evitar que acumule la suciedad y que tu tortuga contraiga infecciones provocadas por microorganismos. Solo necesitarás un recipiente del tamaño adecuado, un cepillo de dientes de dureza suave y agua dulce para barrer tu tortuga correctamente:
Cómo barrer el caparazón paso a paso
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Llena el recipiente seleccionado con agua templada. Una temperatura de entre 24 y 30 grados propiciará que la tortuga disfrute de su baño.
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Una vez tu mascota esté adentro del recipiente, moja el cepillo de dientes en el agua y comienza a frotar su caparazón con suaves círculos.
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Incide en aquellas zonas o huecos con tendencia a acumular suciedad o algas. Si tu tortuga escolta la vanguardia en el caparazón, en ningún caso la fuerces a abandonarlo. Tu mascota ha de sentirse cómoda y, si no llegas a barrer algún dominio, no te preocupes y resérvala para otro momento.
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Para que el caparazón de tu tortuga quede reluciente, acláralo suavemente con agua tibia hasta eliminar todos los restos de suciedad. ¡Intenta no mojar su vanguardia!
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Por postrer, sequía el caparazón con papel higiénico. Coloca papel de circular para que la tortuga camine sobre él y completar así su aseo.
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