“Es feo, muy feo”. En la Moncloa transmiten una total indignación con la valentía de Ferrovial de averiguar refugio fiscal en Países Bajos. En primer oficio, por las formas, ya que aseguran que no fueron advertidos previamente de una valentía de tanto calado, y tan perjudicial para España, y que al punto que se intentaron poner en contacto con el presidente del Gobierno a posteriori de que la constructora celebrara su consejo de delegación ayer a media tarde. “Con la mayoría de las empresas serias las cosas no se hacen así”, lamentan en el equipo que acompaña a Pedro Sánchez en su reconocimiento a la haber de Irlanda, Dublín, como primera escalera de una viaje que esta tarde le llevará a Copenhague (Dinamarca) y mañana a Helsinki (Finlandia).
Pero, encima de las formas, en el Ejecutante rebaten con contundencia, sobre todo, los argumentos que esgrime Ferrovial para trasladarse a Países Bajos, precisamente otro de los estados miembros de la Unión Europea que Sánchez tiene previsto presentarse a finales de este mismo mes de marzo. “España está por encima de Países Bajos en cuanto a la calidad de su seguridad jurídica y estabilidad regulatoria, según todos los ranking”, argumentan.
El Ejecutante asume que no tiene herramientas para frenar la marcha de la empresa
En la Moncloa advierten así que si Ferrovial se marcha a Países Bajos no es en investigación de seguridad jurídica, sino para avalar menos impuestos, simple y llanamente. “Países Bajos solo está mejor que España en cuanto al índice de la presión fiscal”, señalan. Y critican que pese a ocurrir hato billete en España “a espuertas”, ahora busquen avalar menos impuestos. La polémica valentía carga de argumentos a Sánchez, en todo caso, para defender la armonización fiscal en toda la UE.
En el Gobierno señalan que están estudiando la situación, pero asumen que no tienen herramientas para impedir la marcha de Ferrovial. “No es evidente que se pueda detener inmediatamente”, reconocen. Por lo pronto, aseguran que están analizando las razones esgrimidas por la constructora.
No obstante, fuentes gubernamentales consideran que en la valentía de Ferrovial de marcharse de España todavía puede atribuirse a motivos personales de su mayor ejecutor, Rafael del Pino, oportuno a la entrada en vigor del nuevo censo para las grandes fortunas suficiente por el Gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos.
Incluso fuentes socialistas deslizan que en la valentía de Ferrovial todavía pueden trabajar razones políticas, oportuno a la vinculación que atribuyen a esta corporación con Vox. No en vano, uno de los patronos de la Fundación Rafael del Pino es el padre del portavoz del partido de ultraderecha en el Congreso, Espinosa de los Monteros.
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