Voz de señal e indignación de los facultativos delante el incremento preocupante de las agresiones a manos de sus propios pacientes y sus acompañantes luego de la pandemia. Los distintos colegios de médicos en España han hecho públicos en los últimos días los datos de agresiones verbales y físicas registradas en el final año. Los datos son muy preocupantes. Según el Observatorio contra la Agresiones presentados por el Consejo Común de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM), las cifras de 2022 baten el récord histórico, con 843 acciones violentas comunicadas a los colegios de médicos, un 38% más que el año inicial.
Tarragona fue la provincia española con más agresiones notificadas: 196 episodios de violencia verbal y física durante el 2022, un 35% más que en 2021, año todavía muy condicionado por los artículos de la pandemia.
Los datos los ha hecho públicos este mediodía el Colegio de Médicos de Tarragona (COMT) en una etapa para chocar la problemática con la auxilio de facultativos, responsables de los Mossos d'Esquadra y de la Fiscalía Provincial de Tarragona. "Es una achaque, parece que todo vale contra los médicos; estamos sufriendo la crispación social post pandémica. Hay que denunciar todas las agresiones, distinguir el problema. Hemos pasado de ser aplaudidos durante la pandemia a admitir palizas", denuncia Sergi Boada, presidente del COMT.
SOS de los profesionales
"Es una achaque, parece que todo vale contra los médicos; estamos sufriendo la crispación social post pandémica, hay que denunciar todas las agresiones"
"Llegamos hasta el punto de tener que existir de la ayuda de los compañeros, todos tenemos en nuestro centro de trabajo un interruptor de alerta, de aviso, que nos pone en contacto con otro médico, una enfermera o un celador porque no tenemos personal de seguridad de nos proteja", ha destacado el doctor Manuel Carasol, secretario caudillo del Colegio de Médicos de Tarragona.
El caporal Jordi Pedret durante la etapa sobre agresiones a médicos celebrada en Tarragona 
El elevado número de agresiones registrado en el sur de Catalunya, con 29 agresiones físicas (20 a médicas) no se debe, según destaca su propio Colegio de Médicos, a una problemática específica de la provincia de Tarragona. "Sí, es donde se notifican más agresiones, pero no es donde se registran más agresiones", asegura el doctor Boada. La razón, según destaca el Colegio de Médicos en Tarragona, es que han creado un sistema de recogida de los casos de agresiones que les permite detectar con maduro precisión los casos de violencia que sufren sus facultativos en las comarcas de Tarragona y las Terres de l'Ebre.
"Es la punta del iceberg, por debajo hay muchas agresiones en regiones que no se están visualizando. Lo sensato es pensar que si nosotros reportamos cerca de 200 agresiones y somos 3.000 colegiados; en Barcelona son 35.000 y en Madrid son 50.000 médicos... haz tu los cálculos", alerta Boada, que sostiene que podrían superarse "las 2.000 agresiones" en cada una de las dos regiones.
Desatiendo de seguridad delante los ataques
"Todos tenemos un interruptor de alerta que nos pone en contacto con otro médico, una enfermera o un celador porque no tenemos personal de seguridad de nos proteja"
Los facultativos piden más vigilancia privada delante los graves episodios de inseguridad que están padeciendo. En muchos centros sanitarios ya se ha incorporado la vigilancia privada, pero son muchos los médicos que delante una acometida deben de acudir a la ayuda de sus compañeros. Es una de las demandas que se han explicitado en la etapa organizada por el Colegio de Médicos de Tarragona. Los médicos han pedido más medios policiales y igualmente judiciales para poder hacer frente a las agresiones y poder tramitar las denuncias.
El perfil del discrecional agredido es una médica pollo, mientras que el del asaltante es un paciente maduro de sesenta abriles. Cada vez hay más agresoras mujeres, con un incremento del 40% en el final año. "El colectivo de médicas jóvenes es el más relajado", destaca el documentación del Colegio de Médicos de Tarragona en su documentación anual. Asimismo han crecido de forma preocupante las agresiones por parte de los acompañantes de los pacientes. La mayoría de agresiones tienen ocasión en los centros de atención primaria, aunque cada vez más se registran en hospitales y urgencias hospitalarias.
Sergi Boada, presidente del Col·legi de Metges de Tarragona, durante su intervención en la etapa 
"Produce una frustración importante en los médicos, hay una pérdida de la buena relación del médico con el paciente", advierte el doctor Carasol. "Hay una desidia evidente de vigilantes de seguridad. Parce que haga desidia una acometida enfermo para que se movilicen. Hay que denunciar las agresiones, es el único camino", ha insistido el doctor Boada.
Más vulnerabilidad
El perfil del discrecional agredido es una médica pollo, mientras que el del asaltante es un paciente maduro de sesenta abriles
"La coexistentes de falsas expectativas a la población de difícil cumplimiento si se tiene en cuenta la existencia flagrante de la auxilio sanitaria generan frustración en el paciente, que en demasiadas ocasiones canaliza esa desesperación con insultos, amenazas o ataques físicos, todas ellas agresiones, que terminan padeciendo los profesionales", destaca el Consejo Común de Colegios Oficiales de Médicos.
Durante la etapa para chocar las agresiones celebrada en Tarragona, los Mossos d'Esquadra han donado algunas recomendaciones a los médicos para precaver sobre todo los ataques físicos. Encima de ayudar siempre la calma y evitar el enfrenamiento, entre los consejos el evitar tener material de oficina a la horizonte en las consultas para impedir que algunos pacientes agredan al personal retrete con "tijeras, grapadoras o tiestos con plantas".
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