Biden alienta la persecución penal contra Putin al llamarle “genocida”

La palabra puede ser un armamento cargada de futuro. Gabriel Celaya dijo esto sobre la expresión poética, pero la frase incluso es aplicable a ciertos pronunciamientos políticos. Tal vez este sea el caso de la ausencia poética y muy vulgar sentencia que Joe Biden formuló en la tinieblas del martes delante los votantes de Iowa: “La posibilidad de los ciudadanos de satisfacer los depósitos de sus autos no deberían reconocer de si un dictador declara la desavenencia y comete un holocausto a medio mundo de distancia”, dijo.

Era la primera vez que el presidente de EE.UU. llamaba genocida a Vladímir Putin, a quien antaño había caracterizado ya como criminal de desavenencia. Biden no hablaba a humo de pajas. “Sí, lo llamé holocausto porque cada vez está más y más claro que Putin solo está tratando de aniquilar la idea de que se pueda ser ucraniano y las pruebas están aumentando”, se reafirmó delante los periodistas.

La denuncia de Biden llega cuando crecen los esfuerzos por observar pruebas para procesar a Putin y los suyos

El líder estadounidense matizó que su consideración no tenía pretensiones legalistas. “Dejaremos que los juristas internacionales decidan si procede o no” encasillar la invasión de holocausto, señaló. “Pero a mí me parece claro que lo es”, añadió. Y, en el contexto de lo que ocurre en Ucrania y lo que Washington pergeña al respecto, era obvio que estaba dando una señal de apoyo a una investigación penal contra Putin y los suyos.

De hecho, la empresa Biden está debatiendo hasta qué punto y de qué modo Estados Unidos puede ayudar a la Corte Penal Internacional (CPI) en una investigación sobre crímenes de desavenencia y contra la humanidad en la invasión de Ucrania. Washington no ha ratificado el Tratado de Roma que rige la Corte con sede en La Haya y por consiguiente no es estado parte de la institución. Pero los asesores de la Casa Blanca estudian posibilidades para derribar o flexibilizar esa y otras barreras frente a una persecución a Putin desde ese tribunal, considerado el más cualificado para cultivar una denuncia contra el mando ruso por los crímenes de desavenencia en Ucrania.

El Senado de EE.UU. aprobó en marzo por unanimidad una resolución propuesta por el senador republicano Lindsey Graham que respalda cualquier investigación sobre esos crímenes a manos de las fuerzas rusas. En el texto se elogia a la CPI y se alienta a los “países miembros a solicitarle” que investigue y procese las atrocidades rusas, como ya lo han hecho 41 estados parte del Tratado.

La resolución representa un paso histórico en un país hasta ahora más que reticente al pleno inspección de una entidad que, con 123 países miembros, tiene un caso libre por la desavenencia de Afganistán y podría investigar las acciones dudosas del ejército estadounidense o la CIA. La Oficina Biden apuntaló la rotunda resolución del Senado mediante una investigación del Sección de Estado que, a finales de marzo, concluyó que los rusos han cometido crímenes de desavenencia.

La denuncia de Biden coincide encima con un aumento de los esfuerzos internacionales por observar pruebas que permitan sentar delante la CPI u otro tribunal a los responsables de las atrocidades perpetradas en Ucrania. Mientras los investigadores enviados por la Fiscalía de La Haya siguen recogiendo pruebas sobre el ámbito, las autoridades ucranianas se coordinan con equipos forenses franceses para acreditar los crímenes atribuidos al ejército ruso en Bucha, la población próxima a Kyiv donde cientos de residentes fueron asesinados durante la ocupación de la zona.

La CPI define como holocausto los actos violentos “perpetrados con la intención de destruir total o parcialmente a un liga doméstico, étnico, étnico o religioso como tal”.

El presidente francés, Emmanuel Macron, evitó secundar a Biden en su imputación de holocausto. El líder galo, interlocutor habitual de Putin, adujo: “No estoy seguro de que la ascenso de palabras ayude a la causa ahora”. Precisó que “sí puede decirse que éstos son crímenes de desavenencia”.

El presidente ucraniano, en cambio, aplaudió la enunciación de Biden vía Twitter: “Son verdaderas palabras de un efectivo líder”, escribió Volodímir Zelenski. “Acentuar a las cosas por su nombre es fundamental para hacer frente al mal”, añadió. Y aprovechó el tuit para pedir más armas a Estados Unidos y sus aliados.

Moscú calificó la afirmación de Biden de “inaceptable esfuerzo para distorsionar la situación”.

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