Las aerolíneas en España ya acarician muy de cerca la reverso a la vieja normalidad precovid, según el vaivén y las estimaciones que ha publicado este miércoles la Asociación de Líneas Aéreas (ALA).
La Semana Santa se ha cerrado, con datos todavía preliminares, con un 83% del total de vuelos que se operaron en las mismas fechas del 2019. Las líneas aéreas ha programado casi el mismo número de asientos para el verano y se prórroga que las ocupaciones vuelvan a niveles prepandemia ya en el 2023, un año ayer de la vencimiento estimada de recuperación del sector internacional.
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El cargo sutil ya alcanza niveles precovid
Los vientos de trasero que soplan a atención de la recuperación se dan por el peso que tiene los sectores que veterano dinamismo están demostrando frente a la pandemia: el turismo vacacional y las visitas a amigos y familiares.
A ellos se suma que el sector de la carga aérea “ha poliedro muchas alegrías”, según ha confirmado el presidente de ALA, Javier Gándara, durante la presentación de estos resultados. Según los datos de la ordenamiento, en la temporada de invierno, entre noviembre del 2021 y marzo del 2022 se ha transportado el equivalente al 99% de la mercancía de ayer de la pandemia.
Todavía los vuelos nacionales tiran de la demanda, pero lo que siembra el optimismo en el sector es la consistencia de la recuperación de los vuelos internacionales tanto de corto como de dispendioso repaso, tras el final de las restricciones en destinos secreto como Reino Unido o Estados Unidos. “Se ha roto la desigualdad que estos últimos primaveras entre vuelos nacionales que crecían e internacionales muy rezagados. Todo indica que estamos en presencia de una consistente tendencia a la recuperación”, ha asegurado Gándara.
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Impulso de los vuelos internacionales
De cara al verano, el optimismo continúa. Aunque se prefiere ser “cauto, porque llevamos muchos sustos en los últimos primaveras”. En cualquier caso las compañías aéreas que operan en España han programado para la temporada de verano 212 millones de asientos, lo que es al punto que un 0,4% menos que lo que se programó para el verano del 2019.
En los principales destinos vacacionales como Baleares y Canarias, la programación incluso supera un 10,6% y un 8,6%, respectivamente, la del 2019. No ocurre igual en los destinos más ligados al turismo de negocios, en los que la recuperación va más rezagada. Así, en Madrid el número de vuelos programados está un 7,5% por debajo del 2019 y en Barcelona un 11,5%, todavía por debajo del 2019. Que no significa que sean malas cifras porque como invita a rememorar Gándara, “el año 2019 fue el año récord de toda la historia del turismo castellano”.
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Baleares y Canarias, por encima de 2019
Que esas cifras se vuelvan a repetir dependerá de cómo se comporten finalmente los clientes y, por consiguiente, de cuáles sean los niveles de ocupación. Y para ello, desde ALA reiteran sus demandas al Gobierno para que facilite la presentación de turistas procedentes de fuera de la Unión Europea, recordando que Reino Unido es ahora un país extraeuropeo y por consiguiente sometido a los controles exigidos para ese perfil.
“No tiene sentido que no se permita entrar en España con pruebas diagnosticas y se exija obligatoriamente inoculación o certificado de recuperación. Estos requisitos pueden desviar turistas a otros destinos y no deberíamos permitirlo”, ha experto Gándara.
Otro de los problemas a los que se enfrenta el sector en el próximo verano es la reverso a la saturación de los aeropuertos por la yerro de personal para el control de accesos. “En esta Semana Santa más de 3.000 pasajeros han perdido vuelos o conexiones por esas demoras. Imágenes de los aeropuertos saturados pueden hacer mucho daño en un momento en el que los clientes tienen que nominar el destino de sus holganza”, asegura el presidente de las principales aerolíneas en España.
Gándara encima alerta de que este problema se puede agravar ya que Francia tiene previsto un cambio en la regulación de sus vuelos, que afectará al centro de control de Marsella, con gran influencia en los vuelos que llegan a España y que puede tener distinto incidencia en el funcionamiento del aeropuerto de Barcelona.
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