Facebook no para de acumular problemas que, sobre todo, afectan a su reputación.
Un magistrado federal en EE.UU. acusó a la plataforma creada por Mark Zuckerberg de engañar a los anunciantes sobre su útil de "envergadura potencial". La demanda comenzó en 2018 cuando algunos anunciantes acusaron a Facebook de inflar hasta en un 400% (y en consecuencia el precio) la cantidad de espectadores potenciales que podía obtener un anuncio insertado en su red social, según ha informado la CNN.
La intrepidez permite que millones de personas y empresas que compraron anuncios en Facebook o Instagram desde el 15 de agosto de 2014 participen en la actividad contencioso y demanden de modo conjunta a la empresa. Documentos judiciales alegan que los ejecutivos de Facebook sabían que las cifras se inflaban e intentaron mantenerlo en secreto. La red social además fue objeto de críticas hace no mucho por inflar el envergadura las visualizaciones de los videos insertados en la plataforma.
Líos pasados
Los circunstancias no acompañan a la red social de Zuckerberg
Con estos circunstancias, Meta, la empresa propietaria de Facebook, debe estar desesperada porque alguno más desempeñe el papel del “malo corporativo” de las redes sociales.
Si proporcionadamente su plan a dadivoso plazo depende del metaverso, esas ambiciones se están viendo eclipsadas por un descalabro a corto plazo a manos de TikTok, que sigue cultivando el interés de millones de jóvenes en el mundo inalterable. Debe ser por eso que el penúltimo escándalo de la empresa sea contratar a una empresa para difundir mensajes negativos de su competidora.
¿Por qué puede estar pasando todo esto? El profesor Pablo Foncillas arroja varias claves en su videoanálisis.
Facebook rastreo no ser la villana de las redes sociales y le sale mal
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