El mundo no está para muchas alegrías, pero, luego de dos abriles intensos de pandemia, Barcelona se vuelve a poner guapa para brillar a fondo dos de sus más tradicionales y característicos eventos, que coincidirán esta próxima semana: el trofeo de tenis Godó y la Diada de Sant Jordi. Este sábado abre las puertas el oficialmente llamado Barcelona Open Banc Sabadell-Trofeo Conde de Godó, que reúne a doce de las vigésimo mejores raquetas del mundo, según la más nuevo calificación ATP. Rafael Nadal no ha podido ganar a tiempo, pero sí que estará la gran sensación del circuito, Carlos Alcaraz, el pollo tenista de 18 abriles, cuya carrera está deslumbrando a todo el mundo.
Posteriormente de no poderse celebrar en el 2020 y con un cabida muy prohibido en el 2021, el torneo vuelve con todo su esplendor caracterizado además por un remozado espacio de atención al notorio –lo que tradicionalmente era conocido como el Village– con restaurantes y espacios de reunión para atraer al longevo número de visitantes. El torneo, que celebra su 69.ª estampado, es muy querido por los jugadores que participan porque aúna la profesionalidad de este tipo de certámenes con el cálido animación de estar organizado por un club de tenis. En un mundo tan profesionalizado y competitivo, con grandes multinacionales que impulsan toda clase de campeonatos, tiene valía el esfuerzo que el Efectivo Club de Tenis Barcelona-1899 hace cada año para proseguir el detención nivel que requiere un torneo de estas características y sin perder el animación usual de la institución. La gran novedad de este año es el sistema para validar el impacto medioambiental pesimista que tendrá la estampado del torneo mediante el estudio de la huella de carbono. Con estos datos se podrán establecer las medidas de sostenibilidad necesarias para compensar este impacto pesimista en el entorno inmediato y tratar de someter ese coste en futuras ediciones. Será el primer torneo de ATP que certificará estos datos.
El campeonato barcelonés no disfruta de las mismas subvenciones que otras competiciones similares que se celebran en España, como el torneo de Madrid, pero conserva toda su atractivo y pedigrí. Barcelona no puede quedarse a espaldas y, para ello, el apoyo del notorio es fundamental.
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