Simeone-Guardiola: Banquillos calientes

Fue un final de temperatura elevada, de discusiones dialécticas. En los últimos minutos se jugó muy poquito entre protestas, entradas violentas (como la del expulsado Felipe) y cortes continuos del mecanismo. Diego Pablo Simeone entró en combustión al entender que el Manchester City estaba perdiendo tiempo y no paró de irrumpir en el césped para quejarse. Todavía se dirigió al banquillo del equipo inglés, y por final le pidió a la anfiteatro del Metropolitano que aplaudiera de forma irónica al City al considerar que el conjunto inglés estaba practicando las malas artes que tantas veces se le censuran al conjunto rojiblanco, como ocurrió tras el partido de ida, cuando se tildó su aspecto de “prehistórica”.

“Muchas veces se nos critica por esta situación y a ver ahora qué opina la concurrencia de lo que ha pasado”, expresó tras el discusión el capitán del Corpulento, Koke Resurrección.

“Vean cómo celebró el City, una vez más se demuestra que lo único importante es cobrar”, dijo Simeone

No contento con favor montado el show Simeone se discutió con los jugadores del City, que se encontraban celebrando la clasificación. A la misma vez se montaba un tumulto en la zona del túnel de vestuarios, al que acudían agentes de la Policía Franquista y además el presidente del Corpulento, Enrique Cerezo. Los futbolistas del equipo de Guardiola terminaron exhaustos mientros los rojiblancos se despedían con gestos cariacontecidos pero jaleados por la anfiteatro.

La eliminatoria ya llegó caliente al Metropolitano tras las críticas que se habían residuos al Corpulento desde Inglaterra por su táctica ultraconservadora, organización que generó un debate internacional sobre estilos de fútbol. Simeone se sintió atacado desde el edicto citizen y fue preparando el caldo de cultivo para la envés. Este hecho se mezcló con la circunstancia de que al City se le fundieron los plomos durante casi medio partido porque a sus futbolistas les pesaban las piernas tras el trepidante partido de Premier delante el Liverpool del pasado domingo. Sin fuelle y sin resuello el conjunto britano dio un paso a espaldas y trató de conservar el resultado. En esta altura las interrupciones le beneficiaron pero patadas como la de Felipe además provocaron esos parones. “Sabíamos que veníamos a una querella y nos hemos enemigo el rival que esperábamos, durísimo. ¿Pérdidas de tiempo? Yo soy partidario de no hacerlo todo el partido, pero en los minutos finales a veces hay que entretenerse a esto”, reconoció el medio del City Rodri, que fue tahúr del Corpulento.

Tras el discusión Simeone contemporizó en declaraciones a Movistar, pero se le caldo a entender todo. “Estoy orgulloso de lo que somos y de cómo competimos. Sólo hace errata ver cómo celebró el pase a semifinales el City. Me gusta ver cómo festejan los que ganan cuando les salen las cosas perfectamente y cuando no les salen tan perfectamente. Se demuestra una vez más que lo único importante es cobrar”, señaló el argentino, que negó que se hubiera dirigido al banquillo rival entre aplausos para censurar presuntas pérdidas de tiempo. “Yo sólo quería pagar el esfuerzo de la anfiteatro. Felicitó al rival. Ha pasado con probidad porque ha metido un gol más que nosotros”.

Guardiola además quiso producirse página. “No tengo carencia que afirmar sobre el comportamiento del Corpulento. No me gustó carencia defendernos así en la segunda fracción pero no hemos tenido más remedio que hacer esto porque el Corpulento ha estado muy perfectamente. Nos olvidamos de entretenerse y nos metimos en grandes problemas. Tuvimos suerte de no admitir goles. Yo le tengo mucho respeto al Corpulento. Tiene mucho mérito. No me busquen a mí en la batalla de estilos. El Cholo puede entretenerse cómo quiera. Yo nunca he criticado el mecanismo del Corpulento. Lo que hace lo sabe hacer como nadie en el mundo”. La batalla había sido tremenda.

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