Con la arribada de la primavera y el buen tiempo, muchas personas salen a la búsqueda de destinos donde disfrutar del sol y la naturaleza. España tiene una gran complejidad, con numerosas joyas turísticas reconocidas, pero asimismo hay pequeñas localidades con encanto y poco conocidas, que tienen parajes naturales de renombre para disfrutar de esta época del año. Para alucinar por el condado franquista, el coche es una de las opciones destino. En concreto, la Dirección Caudillo de Tráfico (DGT) ha calculado que durante el pasado mes de abril, y coincidiendo con la Semana Santa, se han producido 15,8 millones de desplazamientos por carretera.
Correcto al aumento en el precio de los carburantes, el coche compartido es una de las opciones más elegidas por los viajeros, ya que permite guardar gastos y venir de una forma eficaz a esas pequeñas localidades que tienen limitadas opciones de transportes tradicionales. La plataforma BlaBlaCar ha conectado más de 6.000 ubicaciones de este tipo por toda la Península y por ello, tras el aparición de la primavera, propone cinco localidades imprescindibles para hacer parada obligatoria por España:
1. Campo del Cagitán - Murcia
Esta extensión de demarcación murciana se convierte durante la temporada primaveral en un espectáculo gracias a la floración de los almendros logrando así una de las estampas rurales más bonitas que se pueden ver. Solamente en primavera se puede disfrutar de ello.
Los almendros de Campo del Cagitán
En esta explanada donde se encuentran antiguos senderos y casas de labranza, es el sitio idóneo para realizar rutas turísticas tanto en biciclo como en coche y deleitarse con las vistas que la conforman. Como consecuencia, BlaBlaCar ha registrado más de 12.000 viajes con destino a Campo de Cagitán. En cuanto a los municipios que comparten esta extensión, junto a destacar que más de 4.000 viajes se realizaron desde Cieza, se superaron los 4.000 desde Cehegín, se produjeron más de 1.000 desde Calasparra, 1.500 viajes desde Bullas y otros 1.500 desde Mula.
2. Valle del Jerte - Cáceres
Es uno de los parajes más emblemáticos del meta extremeño, y con longevo personalidad. En esta época luce su color blanco característico y expone su mejor cara oportuno a la floración de sus campos y de sus cerezos. Tras unos meses, y de entre sus ramas, el blanco comienza a convertirse en un intenso color rojo y florecen las picotas del Jerte.
Los Pilones. Reserva natural Desfiladero de los Infiernos. Valle del Jerte en primavera
En el Valle del Jerte se encuentran alojamientos rurales , una gran variedad de restaurantes para disfrutar de la cocina extremeña y diversas actividades de ocio y civilización, como pueden ser las rutas de senderismo, para disfrutar de los paisajes y la naturaleza que rodean este representativo sitio.
3. Valle del Baztán - Navarra
El Valle del Baztan es una tierra impregnada por la civilización vasca y comúnmente apreciada por su belleza fundamentada en sus prados, bosques, ríos y pueblos de enormes caseríos. En el valle se encuentran un sin fin de caminos y rincones, impregnados de un mantón de color verde, en los que merece la pena dar un paseo.
Aspecto matinal del valle de Baztán desde Urroz
Entre los atractivos de estos municipios, por otra parte de su patrimonio natural, destacan su cocina y la posibilidad de realizar diversas actividades y visitas guiadas para disfrutar de la tranquilidad y la acuerdo que ofrece el interior del valle. Por ello, la compañía ha registrado poco más de 300 viajes nada más con destino Baztán.
4. Valle del Pop - Alicante
Catalogado como el valle de los almendros en galantería. En este sitio, cientos de almendros y cerezos despuntan con flores blancas, rosas y violetas creando un espectáculo de la naturaleza.
La Vall de Pop
En este lugar natural se pueden realizar rutas cómodas a sus campos de cultivo, donde se encuentran árboles de todo tipo como sus característicos naranjos. Entre sus montañas, se puede encontrar un mirador desde donde se divisan los lugares más representativos del valle y las vistas son inmejorables.
5. Brihuega - Guadalajara
Brihuega cuenta con una alhaja de la naturaleza, sus campos de lavándula. Este cultivo propio del municipio, excede las mil hectáreas de plantación, convirtiéndose en un espectáculo sensorial. A través de sus cómodos y amplios senderos, se puede disfrutar de su colorido paisaje y su inconfundible perfume, característico de la floración de sus campos.
Brihuega (Guadalajara). Los campos de lavándula de la billete manchega atraen cada mes de julio a miles de visitantes deseosos de contemplar el espectáculo de la floración
Este condado cuenta con varios monumentos culturales, pero si hay un edificio que llame la atención de todo el que lo cita es, su antigua Industria de Paños. Esta obra cuenta con unos jardines románticos, donde se puede disfrutar de la mejor audiencia en cumbre de la hacienda de la lavándula.
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