Los consejeros delegados de Cepsa, Maarten Wetselaar, y Repsol, Josu Jon Imaz, coincidieron este miércole sen apoyar la propuesta de los gobiernos castellano y portugués de topar el precio del gas para contener la ascensión de los precios de la luz. “Son tiempos muy difíciles y complejos y hacen desatiendo medidas extraordinarias. Entiendo las razones que han regalado superficie a esa medida”, aseguró Wetselaar durante su intervención en el Foro de la Nueva Patrimonio en Madrid. El directivo de Cepsa no descartó que ese tipo de medidas se puedan ampliar en la península Ibérica e incluso implantar en otros países a medida que la pugna de Ucrania se alargue.
Imaz todavía defendió la medida como “regular” en un “momento como el presente” para repartir la subida de precios entre consumidores y productores y lo hizo frente a el combativo presidente de Iberdrola, Ignacio Novio, con quien participó en un batalla empresarial de la Confederación Empresarial de Bizkaia en Bilbao. Novio volvió a cargar en contra de la medida, asegurando que “no traerá buenas consecuencias”.
Al igual que Wetselaar, Imaz todavía es de la opinión que la pugna no será corta y pidió a todos los gobiernos de la Unión Europea que sean muy transparentes con las consecuencias de la misma y el coste que va a suponer para los consumidores. “Hoy no se pueden sustituir los 150 bcm de gas que Europa recibe de Rusia. No hay forma de cubrir prácticamente el 40% de ese gas en Europa y eso va a provocar un tensionamiento colosal en el suministro del próximo invierno”, aseguró, según declaraciones recogidas por la agencia Efe.
El directivo de Repsol no ocultó su preocupación. “Hay que hacer una consejo sobre cómo abordamos los riesgos de seguridad de suministro que se pueden tener a lo amplio de los próximos meses”, aseguró, al tiempo que pidió una buena planificación para afrontar esa situación, centrar las medidas, y sobre todo “que se referencia a los ciudadanos de lo que está por venir”, advirtió.
Sobre eso que está por venir los directivos de ambas petroleras reclamaron un nuevo enfoque en las políticas de transición energética. Mientras Imaz insistió en el error de centrarlo todo en la electrificación, Wetselaar enfocó la oportunidad que brinda el hidrógeno verde. “España puede convertirse en exportador de esta molécula y proveer de ella al resto de países de la Unión Europea”, dijo. Para ello, añadió, hay que situar por hacerlo rentable impulsando la demanda y bajando el precio de la luz, necesaria para producirlo, a unos 20 o 25 euros
el MWh.
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