¿Cómo puede Catalunya alcanzar la neutralidad climática en 2050?

Catalunya necesita multiplicar por ocho su potencia de energía renovable para el año 2030 y por 20 para el 2050, entre otros requisitos para alcanzar los objetivos en materia de energía y clima a parte de siglo. Las cifras reflejan el gran brinco que debe dar.

No obstante, la electrificación con energía verde no será suficiente para ganar la neutralidad climática. Necesitará potenciar los combustibles alternativos para objetar a las deyección de la industria y el transporte. Por eso, hidrógeno y biometano son los otros dos pivotes sobre los que se deberá apoyarse la descarbonización de la riqueza. Así lo señala un mensaje “La Transició Energètica a Catalunya”, fabricado por el Col•legi d’Enginyers Industrials.

Los autores del mensaje juzgan prácticamente inalcanzable que Catalunya pueda ajustarse en 2030 la senda de la descarbonzación, aunque sí ven viable completarla para 2050 “si nos ponemos a trabajar ya”.

Pasar la era de los combustibles fósiles a parte de siglo requerirá en primer puesto una gran envite por las renovables. Y en este camino el camino estará afectado por el falleba de las nucleares (total en 2035) y la imposibilidad de aumentar la producción hidroeléctrica. Finalmente, las plantas de gas de ciclo combinado se mantendrían hasta el 2030, y partir de esa plazo abrir a darse una sustitución del gas natural por hidrógeno.

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Parque eólico Las Majas (de Forestalia) en la comarca Campo de Belchite, en Zaragoza

Xavier Cervera

El brinco de las renovables

En ocho primaveras, la potencia eólica debería multiplicarse por 5 (advenir de 1.271 MW a 6.850 MW) y la fotovoltaica por 17 veces (de 282 MW a 21.749 MW).

“Catalunya lleva acumulados grandes retrasos y debe impulsar el despliegue urgente de las renovables, aprovechando todos los posibles disponibles”, dice Lluís Pinòs, uno de los coautores de estudio.

No obstante, el mensaje indica que la eólica tiene un tope de 20.000 MW, pues el espacio aprovechable es un 2,9%, con posibles centrados sobre todo en la costa frente a Cap de Creus y Palamòs, montañas del sur de Tarragona (triángulo Ulldecona-Seròs-Igualada) y el Pirineo al ártico de Figueres.

Las renovables son intermitentes y variables; y por eso, se estima que para cubrir los “huecos” en la demanda se requerirá una potencia firme de respaldo basado en sistemas de almacenamiento electroquímico (baterías), centrales hidráulicas reversibles y plantas de producción de energía eléctrica con hidrógeno. 

“Las renovables deben combinarse con estas otras fuentes. Por eso, es importante asimismo cambiar las plantas de producción de gas natural por centrales de producción eléctrica con hidrógeno”, añade Juan Puertas, coautor del estudio.

En un ambiente futuro, para el 2050, el 93,3% de la producción eléctrica sería con fotovoltaica (47,5%) y eólica (45,8%).

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Catalunya deberá multiplicar por 20 el potencial de las renovables para 2050. Ahora tiene casi 4.000 MW de potencia renovable, pero deberá incrementarlos hasta los 80.000 MW necesarios. La potencia de la eólica tendría que aumentar 16 veces (para advenir de los actuales 1.271 MW a 20.000MW) y la fotovoltaica por 225 (de 282 MW a 63.500 MW parte de siglo).

La electrificación de la demanda "es indispensable pero no será suficiente”

No obstante, “la electrificación de la demanda es indispensable” (para descarbonización), pero “no será suficiente”, señala el mensaje. En muchos procesos industriales y en el transporte, la electrificación no es una opción válida todavía, pues dependen del gas u otros hidrocarburos.

En este sentido, Puertas recuerda que “el 75% de la demanda de energía se da en la industria y el transporte, y uno y otro sectores no son electrificables; o, al menos, no lo son totalmente”. Por eso, se requieren las opciones complementarias de hidrógeno y el biocombustibles (biometano).

“Todo lo que no se pueda electrificar se deberá cubrir con hidrógeno y biometano”, recalca Juan Puertas.

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El impulso al hidrógeno, pese a sus incertidumbres

El mensaje reclama un gran impulso al hidrógeno, vector energético condicionado, no obstante, por las incertidumbres que lo rodean, pues se estima que aún precisa de unos 10 primaveras de avances tecnológicos. 

El hidrógeno requiere grandes cantidades de electricidad para producirlo (se genera a partir de la hidrólisis del agua con electricidad); y para que sea verdaderamente verde debería ser producido con renovables. 

Deberá por ejemplo despejarse las incertidumbres sobre su modo de transporte: en forma de amoníaco requiere un manejo cuidadoso y si es licuado aún es costoso.

La propuesta es instalar en Catalunya la parte de la producción de hidrógeno necesaria. “Si se instalara el 100% del hidrógeno en Catalunya, el sistema sería ingobernable”, dice Pinós.

Biometano, los posibles de los residuos municipales y agrarios

El otro gran pilar energético que se propone es el empleo de biometano, como sustituto del gas natural en el sector doméstico y terciario.

El biometano se produce a partir de los residuos orgánicos (desechos municipales o subproductos biodegradables, que generan biogás y que pueden transformarse en metano) y regasificación de residuos o materiales forestales. “Un tercio del consumo de gas natural flagrante se podría cubrir si aprovechamos este biometano”, dice Juan Puertas, para quien es incomprensible que no se haya desarrollado esta opción, que permite inyectar este biometano en la red de gas natural, y con el que se pueda mezclar sin demarcación.

La demanda futura de la industria deberá fundarse en el hidrógeno (60%) y la electrificación (40%) frente a una cobertura centrada ahora en el gas natural (70%).Y en el ámbito del transporte, en 60% deberá ser electrificado (el urbano y ferroviario) y un 40% abastecido con derivados del hidrógeno (combustibles y gasolinas sintéticas).

Para el año 2050, se necesitarían 3 millones de toneladas de hidrógeno (H2), de los que la parte de la producción se situarían en Catalunya, y de 25 TWH de biocombustibles.

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Tecnología de almacenamiento

El mensaje considera necesario achicar un 2% cada año la intensidad energética (pequeño uso de la energía por dispositivo de producción), para acercarse a un ambiente de consumo decreciente.

El despliegue de las renovables exigirá asimismo una capacidad de almacenamiento para hacerlas más gestionable y un reducido de 16.000 MW de potencia entre centrales reversibles y tecnologías de almacenamiento con cazos u otros. 

Finalmente, es secreto asimismo aumentar la capacidad de interconexión al 10% de la potencia instalada.

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Inversión y empleo

En total, en esta transición energética se requerirán movilizar en entre 225.000 y 240.000 millones de euros para el 2050, lo que exigirá tanto billete pública como privada. Por todo ello, se precisarán unos 150.000 profesionales cualificados adicionales

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