Este ordenador funciona con energía generada por la fotosíntesis de algas marinas

Científicos de la Universidad de Cambridge han conseguido atizar un ordenador de energía con algas marinas, agua y luz. Según ha publicado la revista Energy & Environmental Science, el ordenador se ha mantenido en funcionamiento durante seis meses sin interrupción. Los investigadores del estudio explican que el hallazgo podría suponer prescindir de materiales escasos como el litio.

Este nuevo sistema podría proveer de energía a personas de áreas rurales o países de bajos ingresos, lo que ayudaría a ceñir considerablemente e incluso rematar con la brecha eléctrica. Así lo explicaba Chris Howe, bioquímico de la Universidad de Cambridge y autor principal del estudio. 

Energía limpia

​Este nuevo sistema podría proveer de energía a personas de áreas rurales

El ordenador que ha conseguido funcionar con la fotosíntesis de algas

El ordenador que ha conseguido funcionar con la fotosíntesis de algas

Universidad de Cambridge

“Se necesitan fuentes de energía eléctrica sostenibles, asequibles y descentralizadas para atizar la red de dispositivos electrónicos”, comentas los investigadores. La búsqueda de generadores de energía sostenible es poco urgente, puesto que las ya existentes como la solar o la de tembleque terminan provocando artículos adversos en el medio medio ambiente.

El bioquímico de Cambridge Paolo Bombelli aprovechó el confinamiento por la pandemia de la Covid-19 para colocar el sistema informático basado en algas en su ventana. Se mantuvo ahí de febrero a agosto y según datos de New Scientist, funcionó en todo momento. En los seis meses posteriores el ordenador continuó funcionando con energía. 

Hay que destacar que los investigadores requirieron de energía solar para la fotosíntesis de las algas. El alga que escogieron para el estudio fue la conocida como "alga cerúleo verde", un tipo de cianobacteria emplazamiento Synechocystis sp. PCC 6803.

Chris HoweBioquímico de la Universidad de Cambridge

"Aquí describimos un sistema cosechador de energía biofotovoltaica que utiliza microorganismos fotosintéticos sobre un ánodo de aluminio y que puede atizar un procesador Arm Cortex M0+”, concretaron los investigadores. 

El resultado del estudio fue la creación de una celda fotovoltaica biológica creada con el alga cerúleo verde capaz de gestar cuatro microvatios por centímetro cuadrado. Especialmente revelador fue que al estar a oscuras, las algas siguieron aprovechando sus reservas de nutrientes y produciendo electricidad.

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