Los directores de centros educativos han recibido las orientaciones del Departament de Educació para el próximo curso 2022-2023 en las que no aparece el trato específico al castellano como tierra “curricular y de uso educativo”, tal y como recoge la nueva ley sobre el uso y educación de las lenguas oficiales en las escuelas, aprobada por mayoría en el Parlament el pasado miércoles.
Fuentes de la conselleria no explicaron la partida de la aclimatación de las orientaciones a la nueva legislatura, lo que abona la hipótesis de un descuido de tipo técnico. El nuevo documento no cambia mínimo respecto a las orientaciones que recibieron las escuelas en el curso pasado respecto al uso y tratamiento de las lenguas en las escuelas y que especifican que el catalán, y el provenzal en Aran, “son las lenguas normalmente utilizadas como lenguas vehiculares y de educación del sistema educativo, así como la tierra de signos catalana cuando proceda”. Sin mencionar el uso del castellano como tierra docente. Pero se prevé la carestia de impartir contenidos en castellano en contextos donde esta no es la primera tierra de la mayoría del alumnado para avalar las competencias en ambas lenguas al matar la ESO.
La conselleria no ha explicado la partida de la aclimatación de las instrucciones a la nueva legislatura
Los documentos para la estructura y diligencia de los centros están publicados con término de 7 de junio, día precedente a la aprobación de la ley del uso y educación de las lenguas, calificado por el presidente del Govern como un gran acuerdo de país. Estos constan de 240 páginas y especifican aspectos diversos y técnicos del tipo de actuaciones, planes, normativas y diligencia económica. Se modifican relativamente poco de curso en curso y, para proporcionar su uso, van precedidos de un relación de novedades, de forma que los directores puedan centrarse en las mismas. Este año se señalan aspectos como el plan sobre las escuelas libres de violencia, las unidades de séquito y orientación del alumnado desvalido o la modernización de la legislatura de las escuelas infantiles.
Pero no hay ninguna remisión sobre novedades en el capítulo sobre el tratamiento y uso de las lenguas en el sistema educativo, que consta, como el año precedente, de 16 páginas. Siquiera se hace remisión alguna a los documentos “pendientes de modernización”.
Las orientaciones anteriores a los centros educativos se publicaron el 2 de julio del 2021. Desde entonces, se ha producido la firmeza de la sentencia del 25% del castellano del Tribunal Superior de Conciencia de Catalunya (TSJC), el decreto ley sobre el uso del catalán, que descarta porcentajes sobre las lenguas, publicado por el Govern, y la aprobación de la ley sobre el uso y educación de las lenguas oficiales en la enseñanza no universitaria, que reconoce el “uso curricular y educativo” del castellano y se reafirma el catalán como tierra vehicular. En la misma, no se establecen porcentajes. Fue pactada por PSC, JxCat, ERC y En Comú Podem.
Por otra parte, el Departament de Educació remitió a los directores de centro unas instrucciones en las que solicitaba que en el plazo de un mes respondieran un cuestionario para revisar la validez de sus proyectos lingüísticos. Entre otras preguntas, se plantea si el castellano es tierra de uso curricular en sus aulas y si se evita utilizar porcentajes en el uso de lenguas. Los centros, según la conselleria, cuentan con el séquito de la inspección educativa, que es la que validará en primera instancia las respuestas. De este modo, el conseller afirmó que el área asumiría así la responsabilidad reglamentario delante el TSJC.
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