El coleccionista de cuerpos

Rafa Cervera (Valencia, 1963) es periodista, fármaco musical, aunque cada vez más transmutado en escritor de novelas. Canción para hombres grandes es la tercera –tras Allí de todo (2017) y Porque ya no queda tiempo (2020)– en la que deja a espaldas los ecos de la memoria biográfica que resonaban en sus anteriores relatos para construir una ficción en la que ya no importa si hay o no poco de experiencia propia. Quizás porque, como dice en un momento del nuevo manual, “los expresiones no son de fiar”.

Deja asimismo a espaldas el autor los ecos de la música, tan fundamental en su vida y en su oficio, y tan resonantes en los anteriores libros. Unos ecos que si en poco siguen presentes es ahora en el estilo, en esa forma de contar, de construir las frases y los capítulos, con ese notar melódico que los va elaborando y que se anuncia ya en el título (Canción...). Una prosa que fluye sin tropiezos y en la que se funden el relato y la consejo; poco sencillo solo en apariencia, como componer una bella canción.

En tiempo de sexualidades heterodoxas, 
el manual sintoniza con un mundo que se quiere vacuo en cuestión de afectos

Canción para hombres grandes es una novelística sobre el deseo y el sexo. Y sobre la amistad. Sobre el placer y el erotismo. Sobre lo masculino y lo femíneo. Sobre la transformación y sobre el destino. Sobre la escritura asimismo. Y sobre todas las fórmulas posibles en que esos fundamentos se mezclan y entrecruzan en las vidas de la concurrencia. Especialmente en la vida de los hombres. Aquí hombres grandes. Es asegurar, maduros. Aquí hombres que se acuestan con hombres.

Novelística pues de hombres que se acuestan con hombres pero en la que los protagonistas no son –como sucede a menudo con los personajes homosexuales en la ficción– jóvenes de cuerpos atléticos. El valenciano, que así conocemos al protagonista, está en la cincuentena, cuando la barriga empieza a aparecer y la musculatura se destensa. Hombre felizmente casado hasta que un día su mujer le descubre que su bodorrio va mal. Y ya divorciado, se bichero a explorar cuerpos masculinos, de su años y condición, en una pulsión que no sabe acertadamente si mantenía escondida o es poco nuevo. “Como mariquita era un desastre, y como heterosexual, una ruina. Me sentía un tránsfuga en todos los mundos posibles”.

Rafa Cervera

El escritor valenciano Rafa Cervera 

Foto: Álvaro Leivas Fernández

Sea como sea, su vida cambia y esa inmersión en los cuerpos maduros, como el suyo, le sumerge en una exploración que es carnal pero es sobre todo de afectos y de autoconocimiento. Para ello contará con algunos cómplices, como Martí, el anticuario, o el envejecido Sarrià. Y todos aquellos que no tienen nombre, cuyos cuerpos responden a su ocupación: el agente inmobiliario, el albañil, el fedatario retirado, el médico, el ertzaina, el carnicero… Una exploración no siempre sencilla, porque la amistad entre hombres es “escurridizo acontecimiento”. Y así, esta Canción… es asimismo una canción a veces de soledades, otras de parejas, algunas de tríos.

En estos tiempos de géneros y sexualidades abiertamente heterodoxas, Canción para hombres grandes sintoniza con un mundo que se quiere vacuo en cuestión de afectos, de relaciones y de cuerpos. De formas de vida que no necesitan dar explicaciones, más allá, si casualidad, del expresarse a uno mismo. En ese sentido, si poco puede uno permitirse reprochar al autor, es el ofrecernos un relato en el que los conflictos, las tristezas asimismo, que las hay y recorren la novelística, se resuelven con suavidad, con levedad casi, sin atisbos de tragedia. O tal vez en eso mismo reside el atractivo de esta historia, en ese sentimiento que desprende de afrontar la vida sin estridencias.

cancion-para-hombres-grandes
Rafa CerveraJekyll & Jill. 224 páginas. 20 euros

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