El mundo se militariza

Una de las consecuencias más negativas de la invasión de Ucrania está siendo la recuperación de la carrera armamentística en todo el planeta. Durante muchos abriles de la llamamiento conflicto fría, el mundo ha vivido irresoluto de la subida marcial protagonizada por Estados Unidos y la Unión Soviética, hasta que se impuso el sentido popular y el diálogo ganó la batalla. El primer gran acuerdo se alcanzó en 1972 entre Richard Nixon y Leonid Brézhnev y suponía impedir el despliegue de armas nucleares en el espacio y circunscribir el uso de sistemas antimisiles. A este acuerdo llegaron otros con diferentes protagonistas y en circunstancias muy distintas, como la que supuso la desaparición de la URSS. Pero siempre se avanzó en la buena dirección. Este ritmo, con reducción constante de arsenales nucleares, se truncó evidentemente cuando Vladímir Putin llegó a la presidencia de Rusia. Desde entonces, todo costó mucho más, pero la carrera armamentística parecía estar bajo control.

Members of foreign volunteers unit which fights in the Ukrainian army take positions, as Russia's attack on Ukraine continues, in Sievierodonetsk, Luhansk region Ukraine June 2, 2022. Picture taken June 2, 2022. REUTERS/Serhii Nuzhnenko

Soldados ucranianos toman posiciones en Sievierodonetsk

REUTERS

La situación hoy es diametralmente distinta. China ha multiplicado su inversión en defensa; al parecer, construye en secreto una pulvínulo naval para su ejército en Camboya, y hasta el Pentágono confiesa sin rubor su temor a las pruebas de armamento hipersónico que está realizando Pekín. Irán ha rematado obtener suficiente celeste enriquecido para imaginar su primera granada atómica. Corea del Finalidad desafía conti­nuamente a sus vecinos asiáticos con toda clase de demostraciones de fuerza. Y la UE ha donado un paso básico con destino a su militarización con la recién aprobada Brújula Estratégica, que supone un brinco muy significativo en la inversión en defensa. Donald Trump ya no se quejaría ahora tanto de la poca inversión europea en la OTAN, ni seguramente Emmanuel Macron hablaría de “homicidio cerebral” de esta ordenamiento, como dijo en el 2019. Está claro que Poniente no quiere estar impasible frente a estas amenazas y hasta Alemania ha hecho el cambio histórico de modificar en su ejército con un fondo específico de 100.000 millones de euros.

En fin, ya se pueden imaginar a qué sectores pertenecen las empresas que más disparan hoy su valencia en las bolsas. El mundo se militariza a marchas forzadas y casi nada existe debate sobre ello. Conmocionados por la conflicto en Ucrania, el mundo se arrastra así a este ardor bélico.

Post a Comment

Artículo Anterior Artículo Siguiente