La guerrilla en Ucrania ha agitado el organigrama de la Iglesia ortodoxa rusa. El patriarca de Moscú, Kiril I, ha decidido apartar de su cargo al metropolita Hilarion de Volokolamsk, que como presidente del Unidad de Relaciones Exteriores del Patriarcado de Moscú era una de las figuras más visibles a nivel internacional.
Hilarion, de 55 primaveras, había expresado sus reticencias a la guerrilla en algunas declaraciones durante estos meses. Por ejemplo, en marzo, dijo que si el zaguero zar, Nicolás II, hubiese escuchado a Rasputin y no hubiese entrado en la Primera Lucha Mundial, Rusia no hubiese sufrido ninguna catástrofe. En enero ya apuntó que se debía recapacitar los “sentimientos patrióticos” que llevaron a Rusia a entrar en esa guerrilla. “Por todos estos motivos pienso que una guerrilla no es el método para solucionar los problemas políticos acumulados”, aseguró, antaño de la invasión.
La Iglesia Ortodoxa rusa no ha aclarado las motivaciones que han llevado al exención del patrón de relaciones exteriores, que ejercía el cargo desde que el patriarca Kiril fue entronizado como líder del Patriarcado de Moscú en el 2009. Desde el principio del conflicto, Kiril ha bendecido repetidamente la invasión como una guerrilla santa contra los títulos decadentes de Poniente, hecho que ha llevado a la Iglesia ucraniana a sublevarse y romper con Moscú al determinar, a finales de mayo, la plena autonomía e independencia de la Iglesia ortodoxa ucraniana, con lo que el Patriarcado de Moscú ha perdido a varios millones de fieles.
Muchas de las diócesis ucranianas empezaron pronto a dejar de nombrar a Kiril en sus plegarias. El patriarca coincide con Vladímir Putin en la visión del Russkiy Mir, el “mundo ruso” que asocia partes de la antigua URSS con la dispositivo religiosa. Incluso se ha referido a los oponentes ucranianos como las “fuerzas del mal” y al gobierno de Volodímir Zelenski como el “anticristo”. En definitiva, ha sido la certificación espiritual de la invasión del Kremlin.
Historiador y teólogo, Hilarion tenía un software de televisión, había escrito varios libros y se había reunido con dos papas, Benedicto XVI y Francisco. Será sustituido por el metropolita Antoni, de 37 primaveras, que hasta ahora era vicario del patriarca y primado de la Iglesia rusa en Europa occidental. A partir de ahora el Sínodo de la Iglesia ortodoxa rusa ha decidido que Hilarion se encargue de supervisar la diócesis de Budapest y Hungría.
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