Una pequeña y estrecha calle conecta el Fossar de las Moreres con el Pla de Palau. Se la conoce por el extraño nombre de Malcuinat, que recuerda que en ese oficio se cocinaba un maloliente potaje realizado con sobras, vísceras y huesos que se vendía por muy poco mosca y que consumían las clases más desfavorecidas. Era una especie de antepasado del hoy popular plato de la cocina catalana del cap i pota.
El malcuinat no era lo que hoy definiríamos como un manjar. Se cocinaba directamente en la calle y en varios puntos de la ciudad, pero ha sido conexo al Fossar donde ha permanecido su retentiva en el lista. Durante siglos, fue un intramuros deprimido y marinero, donde malvivía una población sumida en la pobreza en la que abundaban marinos sin trabajo, y el malcuinat era un mejunje siempre a mano para matar de vez en cuando el penuria.
La calle del Malcuinat se caracterizó además durante mucho tiempo por estar cubierta por un puente que unía el palacio actual que había frente al edificio de la Aranceles con la iglesia de Santa Maria del Mar. Los restos de esta pasarela sobrevivieron hasta finales de la período de 1980, cuando el Fossar de les Moreres fue sometido a una profunda reforma. Para entonces, el palacio actual ya no existía, destruido en 1875 por un incendio.
Inicialmente, el palacio actual fue en el siglo XIV un mercado y almacén de mercancías que llegaban al puerto. Con los primaveras, fue experimentando diversas reformas y ampliaciones hasta que a mediados del siglo XVII fue convertido en palacio del virrey. El puente fue construido en 1700 para que el representante del rey pudiera asistir directamente a los oficios religiosos. Tras la Eliminación de Sucesión y la caída de Barcelona en 1714, el cargo de virrey fue suprimido y el edificio pasó a ser residencia del capitán militar, hasta que esta fue trasladada al antiguo convento de la Mercè.
Hasta finales de los 80
La calle estuvo cubierta por un puente que unía el palacio actual con la iglesia de Santa Maria del Mar
Aunque el palacio sirvió en algún momento para penetrar al archiduque Carlos de Austria, rival de Felipe V para establecerse el trono de España, y además en 1802 al rey Carlos IV, no se condicionó como palacio actual hasta 1864, aprovechando una cita de Isabel II a Barcelona. Su uso actual fue sin incautación efímero a causa de las llamas solo 11 primaveras a posteriori.
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