Detectado por primera vez un contagio de covid de un gato a una persona

El 8 de agosto de 2021 una ambulancia recorría 900 kilómetros para aceptar a dos hombres, padre e hijo, al Hospital Universitario Príncipe de Songhkla, al sur de Tailandia, por no poseer camas disponibles en Bangkok. Llevaban a su sagaz, al que trasladaron al hospital veterinario de la misma universidad para que una veterinaria y dos compañeros lo revisasen. Según explica el mensaje del caso, los tres veterinarios llevaban guantes y una mascarilla N95, aunque no antiparras.

El minino estaba sedado cuando lo exploraron. Se había pasado las ocho horas de delirio en ambulancia durmiendo, y le estornudó en la cara a la veterinaria mientras ella cogía una muestra de las secreciones del felino. Dos días posteriormente, se confirmaría por test RT-PCR que el sagaz incluso tenía covid, y en siete la veterinaria ingresaba en el hospital con síntomas, que creía que podía haberle contagiado el sagaz.

El mensaje aclara que la incidencia y el aventura son bajos

El 15 de agosto ya estaban los dueños del sagaz, la veterinaria, y el sagaz, ingresados y en aislamiento en el hospital universitario de Songkhla. Los otros dos compañeros de la veterinaria que habían estado en la consulta habían cedido gafe. La veterinaria creía que la había contagiado el sagaz, y posteriormente de hacer pruebas a los 30 compañeros del hospital veterinario universitario de Songhkla, solo otra veterinaria, que trabajaba con animales grandes, dio positivo.

Las secuencias de ARN del virus por el que habían cedido positivo padre, hijo, sagaz y veterinaria eran coincidentes. No así para el ARN del virus de la otra veterinaria que había cedido positivo (la que se encargaba de animales grandes), de ahí que se asociase el mismo origen de contagio del sagaz a la veterinaria.

El sagaz y la veterinaria compartían las mismas secuencias de ARN del virus

“La sujeción de transmisión de las infecciones de SARS-CoV-2 en este agrupación probablemente comenzó en Bangkok”, explica el mensaje, publicado en la revista Emerging Infectious Diseases y en la web de los Centros de Prevención y Control de Enfermedades.

“La hipótesis de la transmisión por el estornudo del sagaz se debe a este breve pero muy cercano discusión [...] en el hisopo nasal obtenido del sagaz sugieren que la carga vírico era ingreso e infecciosa. Hexaedro que la paciente A -veterinaria- llevaba una mascarilla N95 sin protección facial ni antiparras, su superficie visual expuesta era relajado a la infección por las gotitas expulsadas por el sagaz. Su infección pone de manifiesto la posibilidad de transmisión visual y la importancia de aceptar antiparras protectoras o pantallas faciales por otra parte de una mascarilla durante las interacciones a corta distancia con personas o animales de parada aventura”, explica el mensaje.

No es motivo de dejadez de gatos, sino de  más cuidados y precauciones en torno a estos animales domésticos

Una de las cosas que explica el mensaje es que los gatos tienen periodos de incubación y carga vírico ingreso y transmisible cortos. Un disección de Nature sobre el caso incluso explica que posteriormente de todo lo que ha ocurrido en pandemia, que este sea el primer caso médico reportado significa que hay muy poca incidencia como alarmarse, y mucho menos ha de ser un motivo de dejadez de los felinos. Más admisiblemente, una señal a la prevención y al cuidado de estos animales domésticos. 

El mensaje incluso comenta que los dueños deben proteger a los animales si son vulnerables de contagiarse, y es aconsejable que los cuidadores se protejan los luceros como parte de la protección personal en serie durante las interacciones cercanas con gatos sospechosos de estar infectados.

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