El nuevo fútbol: web3, NFT y fan tokens

Eben Smith y Preston Johnson son dos hombres que, a primera panorama, no evocan la figura del clásico apegado al fútbol. Una de dos: o en realidad el balompié no les despierta el más pequeño interés o son los seguidores más atípicos de este deporte tan tradicional. Sea como sea, la estrecha relación de estas dos personas con el césped está motivada, como es cada vez más habitual, por el boleto. Sin confiscación, son muy diferentes a los inversores habituales: planean una revolución tecnológica que eleve la experiencia deportiva a otro nivel.

Su empresa, el consorcio WAGMI United, explota las ventajas de la novedosa tecnología blockchain y productos derivados como los NFT para tratar de implementar un rompedor maniquí de negocio en el fútbol. Su primer conejillo de indias es el Crawley Town, un equipo de la League Two, la cuarta categoría del sistema de ligas inglés.

Este club nació en 1896 en la ciudad del mismo nombre, situada en el condado de Sussex Occidental. Comparte apodo con el Manchester United, los red devils, pero va un paso más allá, ya que lo lleva hasta en el escudo. Es lo único que tiene en popular con la exitosa entidad mancuniana. 

Por lo demás, siempre ha vagado por el fútbol regional, al menos hasta que sus deudas se saldaron en 2010 y el conglomerado que tenía su propiedad pudo inyectar boleto para convertirlo en uno de los equipos más ricos de la Non-League (las categorías amateurs del fútbol inglés). Esa temporada alcanzaron los octavos de final de la FA Cup, donde perdieron, precisamente, contra el Manchester United; y ascendieron por primera vez a la Football League, que engloba las categorías consideradas profesionales.

Desde su modesta posición en la orden futbolística británica, el Crawley Town se ha convertido en uno de los clubs más tecnológicamente avanzados, gracias a la mentalidad futurista de Johnson y Smith. El primero proviene del mundo de las apuestas deportivas profesionales, de donde pegó el brinco a la inversión en criptomonedas, hasta venir a WAGMI United. Ahora, su objetivo es hacer que su equipo trascienda los límites del campo y el estadio y convertirlo en una experiencia que cualquiera, presencial o digitalmente, pueda disfrutar y sentirse partícipe.

"Gran parte del mundo, ya sea en fútbol, criptografía deportiva o lo que sea, lleva una vida nativa digital. Creemos que hay una oportunidad para que el apegado remoto pueda sentirse igualmente vinculado al club. Queremos ofrecer acercamiento tanto a los seguidores locales como a los remotos, y la tecnología nos da la capacidad de hacerlo de una forma en la que nunca antaño se había hecho", explicaba Johnson acerca del propósito de su plan en declaraciones a The Guardian.

Preston JohnsonDueño del Crawley Town

¿Cómo se materializa esta idea tan etérea? El Crawley Town quiere dar poder al apegado, reconociendo su papel central en el expansión del club. En esta ristra, los seguidores podrán comprar tokens digitales que les otorgarán capacidad de audacia en los asuntos del equipo. Pero no en asuntos banales, como en el Paris Saint-Germain, donde los aficionados pudieron, por ejemplo, elegir un mensaje inspirador que iría impreso en el brazalete de capitán; sino en temas de peso, como la distribución del presupuesto o las preferencias de fichajes. "Esto hace que los NFT tengan un valía tangible", aseguró Johnson a The Guardian.

De momento, los términos que se utilizan en la jerigonza tecnológica que manejan los directivos del Crawley Town todavía no están demasiado extendidos, por lo que es importante explicarlos para poder entender exactamente la innovadora idea que tienen acerca del maniquí de negocio deportivo del futuro.

Las herramientas que pretenden implementar en el club se enmarcan interiormente de lo que se conoce como la web3 o web 3.0. Si hasta ahora vivíamos en la era de la web 2.0 o web social, caracterizada por la interconexión de la parentela y la facilidad para compartir información, este nuevo maniquí de servicio en internet se caracteriza por la descentralización. El inversor Packy McCormick, en una definición recogida en The New York Times, explica que "la web3 es una red que es propiedad de los desarrolladores y usuarios, coordinada con tokens".

La web3 se caracteriza por la descentralización, es propiedad de los usuarios

Estos tokens serán cada vez más comunes en el mundo del fútbol. Se proxenetismo de fichas digitales creadas en una blockchain, es afirmar, en una tecnología que permite sobrellevar un registro seguro de operaciones digitales sin la intervención de terceros. Estas fichas otorgarán a los aficionados poder de audacia en el club y acercamiento a ventajas exclusivas. A diferencia de los NFT, tan de moda en la presente, son intercambiables o canjeables por experiencias o productos. No obstante, igualmente tienen ese punto reflexivo, al no estar respaldados por ninguna criptomoneda. Su valía lo determinará el interés que generen.

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Valencia o Inter de Milán son dos de los equipos patrocinados por Socios.com, empresa creadora de los fan tokens y socio entero de LaLiga 

Kai FORSTERLING / EFE

En este paso cerca de la integración del apegado en el núcleo de poder del club, la empresa Socios.com es la pionera. Ellos han creado los fan tokens y muchos equipos no han dudado en entrar, firmando múltiples contratos de patrocinio (ya aparecen en las camisetas de conjuntos como el Valencia o el Inter de Milán) e implementando sus productos. Es más, incluso LaLiga tiene un acuerdo de colaboración con la compañía. Pero Socios.com no es la única empresa que se adentró en el sector. 

Tokenchampions es otra de las pioneras. Por otra parte, ha diseñado un nuevo uso para las fichas digitales: el primer fondo de inversión creado para la adquisición y mandato de derechos de imagen de futbolistas. Detrás de este conglomerado está un personaje histórico en el entorno futbolístico de Barcelona, el exentrenador, agente y candidato en su momento a la presidencia del Barça Josep Maria Minguella.

Que una persona tan contrastada en el mundo del fútbol como Minguella, obligado por su papel central en contrataciones del calibre como las Maradona y Messi para el FC Barcelona, apueste tan firmemente por la implementación de este tipo de tecnologías en el sistema de mandato y financiación de clubes y derechos de futbolistas es un hecho muy significativo. En muchas ocasiones, lo habitual cuando se proxenetismo de originarse a aplicar determinadas novedades que rompen con la norma establecida es el rechazo.

El uso de tecnología web3 en el fútbol es ya una existencia, pero en grado de expansión. Es difícil que se normalice la utilización de herramientas con las que la maduro parte de la sociedad popular no está familiarizada. No obstante, ya está aquí. Grandes competiciones, clubes y jugadores comienzan a colocar por el uso de fan tokens como método de financiación y engagement. Es irrealizable asimilar si esta tecnología se acabará imponiendo, pero lo que parece seguro es que, más pronto que tarde, el maniquí de mandato de instituciones y agentes futbolísticos completará esta transición al mundo digital.

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