‘Final four’ de la Champions: más difícil todavía

“Esta es la final four más dura que he gastado en primaveras; no hay ni un equipo más débil”, asegura Dika Mem, gran esperanza blaugrana, viendo el cartel cósmico que este fin de semana luce en el majestuoso Lanxess Arena de Colonia: Barça-Kiel (18.00 h), el gran clásico del balonmano europeo, 28 duelos en Champions, y un picante Veszprém-Kielce (15.15 h), reimpresión de la final del 2016.

Es la primera vez en los 13 capítulos con formato a cuatro que repite el cuarteto; la susodicho, en el 2015, fue para el Barça, que precisamente, ganó al Veszprém que dirigía Carlos Ortega. Tras un 2021 consumado, obra magna de Xavi Pascual, para los blaugrana este 2022 es un pelea colosal, el más difícil todavía: reimprimir la corona europea, lo que nadie ha podido hacer dos primaveras seguidos en Colonia. “Tenemos una oportunidad de hacer historia, percibir dos Champions seguidas”, se anima Mem.

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Domen Makuc es uno de los jóvenes títulos del Barça 

JAVIER BELVER / EFE

Barça: sin la presión del preferido

“Este año no se nota que es una obligación percibir la Champions, vamos con menos presión”, admite Aitor Ariño, el blaugrana con más presencias en Colonia. La razón es sencilla: “Otros primaveras hicimos una escalón de grupos espectacular y las expectativas eran más altas”; es asegurar, el Barça era el coco que asustaba. Este año, no tanto. El nuevo equipo de Ortega, con un perfil más defensivo, no desembarca en el Lanxess con la fortaleza intimidatoria del año pasado (invicto, 18 de 18 ayer de la final four y un ataque pavoroso). Está claro: no es el mismo equipo (menos plantilla) ni tiene la misma filosofía. Dotado de más consistencia defensiva –“ahora hacemos más faltas, somos más duros”, admite Ludo Fàbregas–, este Barça encaja mucho menos: 369 goles, 26,3 por partido, en presencia de los 412 goles del curso pasado, 29,4 de media, 3 menos. Se explica porque su defensa de más contacto ha hecho del Barça el segundo equipo menos goleado y el primero que fuerza al rival más pérdidas y porcentajes de tiro más bajos (58%). Por el contrario, su ataque flagrante es más mundano, fruto de inmolar velocidad por más articulación posicional. “Ahora corremos menos”, reconoce Fàbregas. Los datos son elocuentes: su ataque es el 7.º de los 16 equipos (420 goles, 30 por partido) cuando ayer era el más mortífero (505 goles, 36 por partido).

A su ayuda, el Barça llega a Colonia con cinco títulos (Federación, Copa, Copa Asobal y Supercopas Asobal y Catalana), y con todos sus efectivos, recuperados Frade (contuso desde noviembre) y Fàbregas.

Mayor goleador: Dika Mem (90) –mejor de la Champions–.

COLOGNE, GERMANY - DECEMBER 29: Sander Sagosen of Kiel is challenged by Thiagus Gonçalves dos Santos of Barcelona during the VELUX EHF Champions League final 4 final between Barca Lassa v THW Kiel at Lanxess Arena on December 29, 2020 in Cologne, Germany. (Photo by Christof Koepsel/Getty Images)

Sander Sagosen, la desprecio más trascendental del Kiel 

Christof Koepsel / Getty

Kiel: dos bajas que pesan

El equipo del exblaugrana Filip Jícha llega molido por las lesiones, que afectan a dos puntales: su experto defensivo Pekeler (MVP del 2020) –relevado por el noruego Myrhol, de 40 primaveras–, y su fortuna, el central Sagosen, la mejor mano ataque. “No se sabe nunca; un audaz herido es más peligroso... Y Zarabec y Bilyk han transmitido un paso delante”, relativiza Ortega, que destaca del Kiel “su ataque 7 contra 6 diferente, más difícil de defender, y su contraataque con dos pivotes”. Encima de “una defensa muy dura” –recuerda Luka Cindric– que ya frenó la velocidad blaugrana en la final del 2020. En Colonia aterrizan con la Copa y el subcampeonato de la Bundesliga, cedida al Magdeburg.

Mayor goleador: Niklas Ekberg (66).

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Petar Nenadic, una de las estrellas del Veszprém 

AP

Veszprém: la maldición eterna

El equipo húngaro, tercero con más presencias en Colonia (esta es la 6.ª, posteriormente del Barça –10– y el Kiel –8–), tiene una cuenta irresoluto con la Champions: la ha perdido en cuatro finales. Con Momir Ilic al mando han redoblado su dureza defensiva –con los repartidores Nilsson y Blagotinsek–, y “su primera oleada de ataque es muy buena”, destaca Ortega, que cedió su primera derrota en Veszprém. Campeón de Copa, se quedó sin doblete al perder la Federación –por segundo año seguido– en la final, en casa, en presencia de el Pick Szeged de Juan Carlos Pastor.

Mayor goleador: Petar Nenadic (85)

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Alex Dujshebaev (en la imagen con la selección española) es el referente del Kielce 

TATYANA ZENKOVICH / EFE

Kielce: sello Dujshebaev

Pese a ser el equipo más en forma durante toda la Champions, los de Talant Dujshebaev llegan habiendo perdido la Copa polaca contra el Wisla Plock. La Federación la ganaron en los penaltis al Plock. Para Ortega, lo mejor del Kielce –que ha yeguada al Barça los dos partidos– “es su gran variedad ataque, con jugadores con gran capacidad de valor, entre los que destaca Alex Dujshebaev (67 goles)”.

Mayor goleador: Nahi (69).

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