Cada cierto tiempo, el mundo de la política bascula del elogio a la radicalidad y la insumisión al elogio de la moderación y la estabilidad para tramitar los asuntos públicos. La trofeo del PP en Andalucía es celebrada por sus acólitos como el triunfo de la moderación frente a los que hacen política a costa de la división. Esta división es considerada por la derecha como un coeficiente pesimista para poder tomar las medidas oportunas para pelear contra la crisis económica. La mayoría absoluta del PP en Andalucía va a permitir a Alberto Núñez Feijóo mostrar los beneficios de la moderación para conseguir que su partido se centre, con inmovilidad y temple, en cuestiones problemáticas como son los conflictos territoriales, identitarios o judiciales para, de esta forma, poder acometer mejor los desafíos de la crisis económica, que es lo que positivamente preocupa a los ciudadanos. El PP cree que la moderación política es el mejor aparato para transmitir seguridad y confianza a los ciudadanos de que puede ser capaz de sacarlos de la crisis económica.
Los partidos de izquierda no ven que los ciudadanos quieren más autonomía económica y menos subsidios
En el PSOE asimismo crece la influencia de los moderados, correcto a la desorientación de los partidos de izquierda, que tienen grandes dificultades en explorar que los ciudadanos quieren más autonomía económica del Estado y menos subsidios que les hagan obedecer de él. La moderación en el PSOE está encarnada por Pedro Sánchez, que siempre ha entendido la socialdemocracia como un espacio franco a la izquierda y a la derecha, con capacidad para huir de los extremismos y las políticas económicas demagogas. Esta moderación en secreto socialdemócrata tiene en Salvador Illa, del PSC, su mayor indicativo, estimulando el diálogo concebido como campo de bono para acometer los problemas de Catalunya y España. Lo que está alejando al PSOE de la moderación es que muchos ciudadanos ven que sus medidas económicas se centran en editar flotadores sociales cuando la emergencia económica requiere que se ofrezcan botes guindola con remos, como son los fondos Next Generation, para alcanzar a la costa. Los ciudadanos solo premiarán la moderación como valencia electoral si es una señal para salir de la crisis económica.
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